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Burkina Faso Burkina Faso · Lolailo
Voto de Buscapé:
7
Drama Una noche de invierno, Pilar sale huyendo de su casa. Lleva consigo apenas cuatro cosas y a su hijo Juan. Escapa de Antonio, un marido que la maltrata y con el que lleva 9 años casada. Antonio no tarda en ir a buscarla. Pilar es su sol, dice, y además, “le ha dado sus ojos”. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo hace años, cuando trabajaba para Cruz Roja, tuvimos un programa de reintegración de mujeres víctimas de violencia de género. Aquella época fue realmente ilustrativa de un problema que es más recurrente del que muchos piensan: no se trata tanto de trincar subvenciones para ONG's orientadas a uno u otro color político como día a día nos machacan las distintas cadenas de tv, El problema existe y son muy pocos los actores que de verdad quieren frenar un problema de dimensiones monstruosas. De hecho, asistiendo a la formación impartida por José Luis Graña Gómez y Paloma Rodríguez Vázquez, (ambos profesionales dedicados a la investigación sobre las raíces que germinan en el perfil del maltratador) se nos mostró ésta película: "Te doy mis ojos", como preámbulo a lo que nos íbamos a enfrentar en la vida real.

La película no es una alarde de grandes fuegos de artificio, más bien es un viaje al origen del mal. No es el típico filme que se recrea en mostrar escenas sádicas per se, Icíar Bollaín, Luis Tosar y Laia Marull son el idóneo "cuadro clínico", la etiología perfecta para explicar por qué un maltratador es como es y cómo su proceder actúa como un cáncer que va destruyendo física, psíquica y moralmente a la víctima. Una vez más, es un juego de espejos: donde hay inocencia, amor y respeto, (el personaje de Laia Marull) se enfrenta la soberbia, la intolerancia, el odio, la manipulación y la inseguridad, (el personaje de Luís Tosar): Antonio es un monstruo que se nutre de la inseguridad de su pareja para tejer su reino de terror, combinando chantaje emocional y arrepentimiento con humillación, avasallamiento y terror pues en la mente de un maltratador no hay lugar para lo imperfecto: todo ha de ceñirse a sus propios parámetros y dictámenes de perfección, (inalcanzables) y cuando éstos no se cumplen, estallan en una vorágine de violencia irreprimible para con su pareja, porque es con la única que sienten derecho, seguridad y autoafirmación para desahogar toda su intransigencia y frustración existencial.

Por tanto, Icíar Bollaín hace una disección quirúrgica del origen de un mal patronímico de la educación que se ha recibido, la violencia que se ha consumido y el rol de la mujer como objecto de deseo y sometimiento por parte del macho alfa, (reggaeton, cine para adultos y publicidad)

El verso que podría resumir perfectamente el desenlace final de Pilar y el espirito de la cinta lo escribió Patti Smith hace 50 años:

"Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos". (Oath, Patti Smith, 1973)
Buscapé
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