US 
Canadá 
México 
España 
UK 
Irlanda 
Australia 
Argentina 
Chile 
Colombia 
Uruguay 
Paraguay 
Perú 
Ecuador 
Venezuela 
Costa Rica 
Honduras 
Guatemala 
Bolivia 
Rep. Dominicana 
Burkina Faso · Lolailo
Voto de Buscapé:
10 de abril de 2019
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jugada maestra la de Netflix al rescatar del olvido a una de las bandas míticas del inefable sleazy angelino: Möntley Crüe.
Allá por los 80's, el rock de moda era aquel que coqueteaba con el glam: mallas de tigre, melenas hiperoxigenadas, rimel, carmín y mucha pose para propuestas musicales de corto recorrido. En eso Möntley Crüe fueron los reyes del género, (aunque no los únicos: Poison, Warrant, Go Go Spuknik, etc, etc) llevando el rock a la radio-formula más babosa y desenfadada cuya máxima eran: fiestas, chicas, drogas y, a veces... algo de rock and roll...
De esa misma intrascendencia, nació parte del encanto anacrónico de una banda que no supo reinventarse así misma y acabó deglutida por la propia industria: ya a finales de los 80's el ocaso de la banda estaba más que constatado con Guns N' Roses llevándose toda la gloria de crítica y público, (harto de tantos cardados, mallas e himnos intrascendentes) y con el sobrevenimiento del grunge/rock alternativo y la Generación X, el grupo recibió el tiro de gracia más que merecido para una escena "musical" atroz.
Sin embargo, la historia detrás del génesis, encumbramiento y caída de la banda estaba tan preñada de anécdotas destenrillantes que la banda decidió publicar en el 2001 la que, hoy por hoy, es considerada una de las mejores biografías de una banda: The Dirt.
No tanto por su valor musical, (prácticamente nulo) si no por el reflejo de la decadencia del rock en los 80's y de cómo esa vorágine de sexo, drogas y rock and roll era más una excusa para follar que simplemente para enarbolar la auténtica llama del rock: autenticidad, honestidad y música. De ahí que la película no mencione a ninguna banda coetania que si logró sobrevivir a los 80's y los 90's.
Möntley Crüe y su "The Dirt" son plenamente conscientes de liga en la que juegan y de su instrascendentalidad y no por ello se sienten culpables pues para ellos el rock sólo era una mera diversión y de ahí lo divertida que es la película.
El que vaya buscando un retrato musical de la época, se quedará con las ganas pero al menos entenderá por qué bandas como Pearl Jam, Nirvana o Soundgarden arrasaron y masacraron el sleazy angelino: el género, al igual que los Möntley Crüe, no daba más de sí.
Excelente retrato de una banda que no pasará a la historia por su calidad pero si por sus excesos extramusicales.
Allá por los 80's, el rock de moda era aquel que coqueteaba con el glam: mallas de tigre, melenas hiperoxigenadas, rimel, carmín y mucha pose para propuestas musicales de corto recorrido. En eso Möntley Crüe fueron los reyes del género, (aunque no los únicos: Poison, Warrant, Go Go Spuknik, etc, etc) llevando el rock a la radio-formula más babosa y desenfadada cuya máxima eran: fiestas, chicas, drogas y, a veces... algo de rock and roll...
De esa misma intrascendencia, nació parte del encanto anacrónico de una banda que no supo reinventarse así misma y acabó deglutida por la propia industria: ya a finales de los 80's el ocaso de la banda estaba más que constatado con Guns N' Roses llevándose toda la gloria de crítica y público, (harto de tantos cardados, mallas e himnos intrascendentes) y con el sobrevenimiento del grunge/rock alternativo y la Generación X, el grupo recibió el tiro de gracia más que merecido para una escena "musical" atroz.
Sin embargo, la historia detrás del génesis, encumbramiento y caída de la banda estaba tan preñada de anécdotas destenrillantes que la banda decidió publicar en el 2001 la que, hoy por hoy, es considerada una de las mejores biografías de una banda: The Dirt.
No tanto por su valor musical, (prácticamente nulo) si no por el reflejo de la decadencia del rock en los 80's y de cómo esa vorágine de sexo, drogas y rock and roll era más una excusa para follar que simplemente para enarbolar la auténtica llama del rock: autenticidad, honestidad y música. De ahí que la película no mencione a ninguna banda coetania que si logró sobrevivir a los 80's y los 90's.
Möntley Crüe y su "The Dirt" son plenamente conscientes de liga en la que juegan y de su instrascendentalidad y no por ello se sienten culpables pues para ellos el rock sólo era una mera diversión y de ahí lo divertida que es la película.
El que vaya buscando un retrato musical de la época, se quedará con las ganas pero al menos entenderá por qué bandas como Pearl Jam, Nirvana o Soundgarden arrasaron y masacraron el sleazy angelino: el género, al igual que los Möntley Crüe, no daba más de sí.
Excelente retrato de una banda que no pasará a la historia por su calidad pero si por sus excesos extramusicales.
