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España España · Madrid
Voto de Wanchope:
5
Romance. Comedia. Musical Claudia (Angie Cepeda), una mujer joven y atractiva, tiene un café en el centro de Madrid, un marido y un hijo a los que adora y un guapo amante. Su vida parece perfecta, pero resulta que Pablo (Quim Gutiérrez) ya está harto de ser sólo su amante y la ha dejado por Elena (Miren Ibarguren), una joven simpática y cariñosa. Pero Claudia no está dispuesta a dejarlo escapar. Con la ayuda de su hermana (Juana Acosta) organiza un sencillo ... [+]
15 de julio de 2010
7 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
A David Serrano le sorprendió el éxito con el primer guión suyo que llegó a una pantalla de cine, ‘El otro lado de la cama’, una acertada y simpática producción que desde entonces ha marcado inexorablemente el resto de su carrera como guionista y director, y cuyos trabajos a pesar de contar con las mismas intenciones se reparten unos resultados tan dispares como los de sus dos incursiones tras las cámaras, 'Días de fútbol' y 'Días de cine', o el de la inevitable e impuesta secuela del título que le dio nombre dentro del cine español.

Con 'Una hora más en Canarias', su tercera incursión en la dirección si obviamos su cortometraje para la olvidable y olvidada cinta política 'Hay motivo', el director español intenta recuperar el espíritu que Emilio Martínez-Lázaro supo imprimirle a su primer libreto con forma de largometraje, esforzado y forzado empeño que sacrifica en su nombre y en gran medida la naturalidad que requiere toda buena comedia, y con ello la chispa de la espontaneidad aparente, condicionando un resultado final un tanto deslucido en favor de una producción artificiosa cuyas presuntas buenas intenciones se quedan lejos de concretarse, dejando demasiado al descubierto las vergüenzas de un film débil y excesivamente prefabricado que, aunque se deja ver, no pasa de mero comparsa fallido para un largo domingo de resaca.

Tras diez minutos de metraje queda claro que no estamos ante una revisitación de los logros de 'El otro lado de la cama', por más que durante su metraje no nos abandone su aroma en un constante intento por emplear el recuerdo, en baja resolución eso sí, de una jugada que dista de ser una fórmula de exactitud matemática. Serrano, quien evidencia una notable carencia a la hora de materializar sus funciones como realizador, juega a elaborar una ingeniosa comedia romántica con cierta aureola clásica y aparentemente inteligente, todo ello salpicado de algún que otro inserto musical con ínfulas de autor. Querer no es poder, y las limitaciones de la propia propuesta, un castillo de naipes en toda regla, no tardan en dejar en evidencia que no hay nada nuevo que ver en un film vacío a espaldas de su fachada, y que el reciclaje de ideas tanto ajenas como propias cuya puesta de largo visual carece de estilo no son suficientes para salvar un film cuya presunta entereza es más una cuestión de fé.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wanchope
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