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España España · Madrid
Voto de Wanchope:
2
Drama Diana Díaz (Elsa Pataky), una ambiciosa joven que sueña con triunfar como actriz en Hollywood, está dispuesta a todo con tal de conseguirlo. Harta de trabajar sirviendo copas en una discoteca, se va a Miami, pero tampoco allí las cosas son fáciles y sólo encuentra trabajo en la grasienta cocina de un restaurante cubano. Allí, conoce a Nora (Giovanna Zacarías), una cantante aventurera con la que entabla una gran amistad, y a Robert (Luis ... [+]
14 de octubre de 2010
39 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando estamos viendo una película y nuestra mente no deja de tentarnos con pensamientos relacionados con cualquier otra cosa, resulta aparente que se trata de un indicio bastante elocuente sobre que, muy probablemente, el film en cuestión es incapaz de captar y retener nuestra atención, sensación más que justificada si cuando por fin lo consigue, por contra, en vez de sumergirnos en la narración nuestra mente se dedica a reformular todo aquello que ve en pantalla de una manera más aleatoria, caprichosa y fortuita, pero sumamente más interesante que la (falsa) realidad impresa sobre el celuloide.

Eso sucede con esta insípida 'Di Di Hollywood', una producción totalmente fallida ya desde su propia concepción, una pseudo continuación de la ya de por sí más bien floja 'Yo soy la Juani' y segundo capítulo de una futura trilogía sobre la mujer y el éxito que amenaza con concretar la versión más rancia de un Bigas Luna en la inopia, y que deviene en un film acartonado que no hace más que provocar la más atroz de las desidias. Resulta difícil tomarse en serio una producción tan artificiosamente hueca que, llegado a un punto, y sumando dos de sus elementos más notorios como son el gusto por el inevitable erotismo per se de Bigas Luna con la presencia como protagonista de una actriz tan de buen ver como escasa de recursos como es Elsa Pataky, parece que sustenta su único interés entorno a sí, finalmente, la cámara permitirá que en pantalla asome o no el pezón de la intérprete...

"Es raro que hagan falta. Si hicieran falta, Hollywood tendría muchas más escenas de cama, y no las tiene. No porque ofendan a los ultraortodoxos, sino porque por lo general, interrumpen", declaraba recientemente Leonor Watling, opinión que complementaba con un "Es como los punteos de guitarra de todas las canciones de los 80, que siempre hay, no falla". No podía estar más de acuerdo, al menos en lo que concierne a las "escenas de cama", algo extensible a los desnudos eminentemente femeninos, y una de las lacras de una cinematografía que, mayormente, parece empeñada constantemente en focalizar en el sexo y sus variantes cualquier recurso o arista dramática de un relato cualesquiera por mucho que en la mayoría de los casos uno tenga la sensación de gratuidad vouyerística. Cierto es que resulta un tanto injusto para con "otros" que no debieran darse por aludidos, pero lo uno no quita lo otro, y existe una anticuada corriente del cine español en clara decadencia y con un modelo de producción totalmente obsoleto que parece no haber sabido (o no haber querido) adaptarse al siglo XXI, siendo Bigas Luna uno de los cineasta que parece mantener intacto un nombre ganado años atrás que en los últimos hubiera merecido mejor suerte que vivir de las rentas como si no pasara nada de nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wanchope
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