Veo la película que cuenta con cinco nominaciones a los premios Oscar, "El lobo de Wall Street" que Martin Scorsese dirige basada en las memorias del mismo nombre de Jordan Belfort, un agente de bolsa de Nueva York que se se ve implicado en un caso de fraude de títulos bursátiles. En su quinta colaboración con el realizador, Leonardo DiCaprio está desbordante en una interpretación que le permite manejar todos los registros posibles pasando del llanto y la agresividad, a la euforia por la ingesta de todo tipo de drogas y, la dificultad de adaptar este libro a un guión cinematrográfico es resuelta con maestría, llenando el film de afilados diálogos, envolventes ambientaciones, agresiva banda sonora, ágil montaje y una estupenda actuación del nominado a mejor actor de reparto, Jonah Hill. Es cierto que sobra algo de metraje (dura 179 minutos) pero la velocidad de vértigo que lleva la película te permite olvidarte de ello y, sobretodo, de las escenas machistas y bizarras que casi la dominan por completo. Excesiva, sin escrúpulos, grosera y perfecta.