Veo en DVD "El quinto poder", la película que dirigida por Bill Condon, me acerca a los comienzos de WikiLeaks y al impacto que tuvo esa web en su tarea de difusión de la información. El film refuerza su sensación de veracidad, gracias a la presencia de noticias de actualidad en los títulos de crédito, a la abundancia de videos, a la voz en off recitando noticias y a las ruedas de prensa de Obama y, los efectos visuales, la ambientación y las imágenes recurrentes de una vacía sala de información llena de escritorios, por otro lado, acrecientan la impresión que tengo de que la cabeza y el alma de Julian Assange están llenas de cicatrices. Las excelentes actuaciones de los dos informáticos elaboradas por Benedict Cumberbatch (quien hace de Assange un personaje odiable) y Daniel Brüh, no consiguen salvar este film al que le falta compromiso y garra y le sobra bastante confusión.