Hay varias maneras de perpetrar la secuela de una precuela de un clásico como “Alien, el octavo pasajero” y, casi todas, acabarían siendo un suicidio argumental, atendiendo al abismo narrativo que proponía “Prometheus” en relación al universo “Alien”. Así pues, este “Alien: conevant” es una especie de engarce entre películas de la saga que funciona por el simple motivo que hace de engarce de manera tan ligera y descerebrada que, finalmente, se convierte en una especie de cruce entre “Alien, el octavo pasajero” y el “Aliens, el regreso” de James Cameron con lo que el engarce es más conceptual que argumental. ¡Y funciona! Lo sé, todo esto es un lio sinsentido, pero es la única manera de explicarse el porqué de la existencia de esta película que parece fallida (y no lo es) y que disfrutaremos, a pesar de su total previsibilidad, escasa originalidad y todas esas trampas impropias de su director. De acuerdo, Ridley Scott ha tirado del piloto automático para crear un blockbuster gótico de serie B destinado a llenar los bolsillos de sus productores (entre los que se incluye) y, si bien es una película alimenticia, sigue siendo una película de lo más entretenida. Este “Alien: conevant” es un festival de casquería y sustos de segunda división, ambientada en el universo Alien y que entretiene con la misma facilidad con que decepciona o desaparecerá en la memoria, porque ese es su gran problema: carece de emoción verdadera, carece de alma o de espíritu. Es postureo, sin más. Es como si a un director de segunda división le hubiesen dado un gran presupuesto para pertrechar un sinsentido gore que encaja dificultosamente en la saga porque carece de la calidad de su predecesora y sus sucesoras. Y, a pesar de eso, sigue siendo disfrutable y todo un regalo para los fans de la saga (entre quienes me cuento). Desengañémonos, los protagonistas aquí son una copia de los protagonistas de “Alien” y “Aliens”, las situaciones son casi calcadas, la historia paralela es absurda y no aporta nada. Pero claro, Ridley Scott está detrás de la cámara y eso se nota. Y mucho, sobre todo en algunas escenas magníficamente rodadas y en algunos momentos de atmosfera más que conseguida (especialmente en el planeta). Y, a pesar de todo eso, sigue siendo un producto tan pobre como disfrutable. ¿Mi recomendación? Si sois fans de la saga, no os la perdáis. Si no, también podéis ir a verla, es una película que se consume rápidamente y entretiene más que aburre.