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España España · Barcelona
Voto de El Criticón:
8
Drama Antes de Elvis, Elton John y Madonna, existió Liberace: pianista virtuoso, artista exuberante, habituado a la escena y a los platós de televisión. Liberace apreciaba la desmesura y cultivaba el exceso, dentro y fuera del escenario. Un día de verano de 1977, el joven y guapo Scott Thorson entra en su camerino y, a pesar de la diferencia de edad y del medio social, los dos hombres empiezan una relación secreta que duraría varios años.
1 de septiembre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El melodrama “Behind The Candelabra” es una locura kitsch tan entretenida como divertida y, además de eso, es –sin lugar a dudas- una de las mejores películas de la extensa filmografía de Steve Soderbergh. La manera en que radiografía una época y un lugar son fantásticos y en vez de quedarse en la superficie del donde y el cuándo, utiliza a dos actores en estado de gracia para ofrecernos un retrato intimo que va más allá de las lentejuelas y los brillos. Un relato sobre el poder, la soledad, el sexo y la falsedad. Soderbergh rodó “Behind The Candelabra” con la intención de estrenarla en cines pero ningún distribuidor quiso arriesgarse por el contenido homoerótico de sus escenas, fue entonces cuando la HBO acudió al rescate y la exhibió en su cadena de pago. Y, aunque es cierto que “Behind The Candelabra” ofrece momentos eróticos de alto nivel entre hombres, lo que debió asustar a los distribuidores es que esos hombres fuesen Matt Damon y Michael Douglas, dos reyes de la testosterona heterosexual. Soderbergh utiliza los actores de una manera inteligente y les deja espacio para construir sus personajes. Matt Damon construye el suyo de manera perfecta (su interpretación está por encima de lo habitual en un papel realmente difícil) pero el autentico rey de la función es un Michael Douglas que domina todos y cada uno de los movimientos de Lberaci como si fuese el mismísimo pianista. Es difícil ver hoy en día una interpretación mejor que la que Douglas ofrece en “Behind the Candelabra” en todos sus aspectos, domina la voz, los movimientos, las pausas, la mirada, absolutamente todo. Ese es uno de los principales motivos para ver esta fantástica película: Michael Douglas (la dicción de Douglas en su versión original es uno de sus puntos fuertes). Y a pesar de no contar aparentemente demasiado, de ser un retrato –a primera vista- luminoso y gayfriendly de Liberaci, es también un estudio psicológico sobre el sexo, el poder y la religión.

Lo mejor: Un sorprendente y soberbio Michael Douglas. Todo el casting (en especial Matt Damon y un patéticamente divertido Rob Lowe). La dirección de Steve Soderbergh.

Lo peor: Cierta tendencia a la trivialidad en el guión cuando abandona las palabras para contar la historia con imágenes. Al final pierde ritmo.
El Criticón
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