Nueva tontería pertrechada desde la factoría de Adam Sandler (Happy Madison) que cuenta algo que suena a demasiado visto: dos familias que nada tienen en común pero que, inevitablemente, acabarán siendo los mejores amigos, en la tradición de los peores pastiches Disney. Vayamos por partes, Drew Barrymore había actuado antes con Adam Sandler con excelentes resultados y el director Frank Coracci había dirigido antes a Sandler y Barrymore en la excelente “The weeding Singer”. Todo hacía pensar que este “Juntos y revuletos” podía ser un reboot de la inteligente “50 primeras citas” también de Sandler y Barrymore. Pero nada más lejos de la realidad. Este “Juntos y revueltos” es una sucesión de gags poco afortunados en una historia salida de “Vacaciones en el mar” enmarcada en atractivos paisajes africanos, mucho más atractivos que los protagonistas, la historia o la dirección. “Juntos y revueltos” va a por la comedia familiar sin ningún reparo, obvia todas sus posibilidades y juega a lo seguro ofreciéndonos una película más de sábado por la tarde pero poco más. Una pena, una pena razonablemente entretenida, pero una pena. Lo mejor, el héroe de acción Terry Crews como un hipervitaminado animador/cantante que aparece siempre de la nada.