No es “Summer Camp” una mala película de terror, aunque dista mucho de ser excelente. En realidad se trata de una película bien hecha pero con un guion caótico, repleto de tópicos y con giros imposibles, aunque hay que reconocer que la factura está conseguida, tiene algunas buenas escenas y todo lo idiota que es el guion resulta incluso atrayente por lo surrealistamente tonto en que degeneran las escenas. Es de esas películas de consumo rápido pero no es una película hecha de manera rápida y no descuidada. Es como una versión barata de “REC” (de la que copia demasiadas cosas) que funciona a medio gas pero funciona. Esto no es serie Z e incluso está demasiado bien rodada para ser una serie B. Pero a pesar de ello y de que tiene algunos sustos logrados, el guion se encarga de dinamitar cualquier posibilidad (por escasa que fuese) que tenía la película. Los actores cumplen su cometido a duras penas: están todos sobreactuados o simplemente no tienen ni idea de lo que es actuar. O sea, resulta todo un contrasentido porque es de esas películas con una buena producción detrás pero que como película es un despropósito. Y a pesar de ser un despropósito, te puedes echar unas risas. Eso sí: más risas que sustos.