No está mal el camino que está tomando la renovada (y legendaria) productora Hammer para volver a poner al terror británico en punta de lanza del panorama cinematográfico (y terrorífico). Está claro que los gustos han cambiado y ahora hay demasiadas producciones terroríficas de calidad con distribuidoras más poderosas que la Hammer (como Twisted Pictures o Lionsgate) lo que les impide conseguir hacerse un hueco que convierta sus películas en blockbusters al estilo “Insidous”, pero si con la primera “La mujer de negro” consiguieron un más que digno producto de terror clásico, esta continuación es también interesante en tanto en cuanto vuelven a las raíces del terror clásico inglés (ese que tan y tan bien saben hacer) y le añade unas gotas del nuevo terror fantasmagórico, no aspiran a mas, se acercan más a la serie B o al género televisivo que a la gran película de terror. Pero no es mal camino el que escoge la Hammer, para lo otro ya están el resto de productoras.

No es que “La mujer de negro: el ángel de la muerte” sea una sorpresa (tiene demasiados puntos débiles) pero tampoco es una decepción. Visualmente está conseguida (es su mejor baza), tiene algunos sustos (los de siempre: puertas, muñecos, fantasmas) y aunque su guión es flojo, sabe mantener el interés a pesar de su lentitud, quizás mérito de una inteligente dosificación. Puede que le falte algo de la garra de su predecesora (en tanto a terror puro) pero visualmente es interesante y está dirigida con gélida corrección por Tom Harper (realizador principalmente televisivo) quien no suma pero tampoco resta nada, sabedor de que el impacto visual suple cualquier carencia en una película de este género. Si bien los personajes son tópicos, los sustos son previsibles (parece un remake de “Insidious” ambientado en la II Guerra mundial) y el guión flojea, esta “La mujer de negro: el ángel de la muerte” resulta sorprendente en cuanto al aspecto visual, creando atmósferas muy conseguidas con un diseño de producción excelente. Lástima que el resto no esté a la altura. A pesar de todo ello es una película de terror clásico más que aceptable.