El comienzo remite a una suerte de descafeinado blaxpotation de los 70s (banda sonora incluida) pero pronto nos damos cuenta que aquí ni hay denuncia ni tampoco orgullo, simplemente se trata de vender humo hermosamente empaquetado, vender una historia sin historia que intenta basar todo su encanto en el propio encanto de Will Smith pero ni tan solo el carisma del actor puede levantar algo construido a golpe de tópico. "Focus" está bien rodada, es elegante y se deja ver cómo una suerte de telefilme de lujo pero cualquier documental sobre timadores en Discovery Max acaba resultando más entretenido que este despropósito que gasta gran parte de su metraje en explicar timos y robos al espectador pero que no aporta nada más que una entretenida mezcla de música e imágenes. Y es que este cruce entre "Nueve reinas" y la discografía completa de Marvin Gaye es de un simplón que asusta, busca ser "El Golpe" del siglo XXI pero no le llega ni a la suela de los zapatos, tambien busca la elegancia de "El caso Thomas Crown" pero tampoco lo consioue (ni aun cuando la homenajea con la canción "the windmills of your mind" en una hermosa versión de Ray Conniff). Todo suena a un vago intento de atrapar la personalidad de otras películas de género pero nunca lo consigue. Porque "Focus" no es mas que un prefabricado vehículo para lucimiento de un Will Smith que nunca acaba de despegar porque la sosería se impone durante todo el metraje a pesar de alguna que otra escena original (como la de la estafa al chino). Pero no basta con una bonita música, una elegante puesta en escena y unos solventes actores. Hay algo en el cine que se llama "historia" y eso en "Focus" brilla por su ausencia. Eso y la inteligencia.