Sólido thriller detectivesco que aprovecha las convenciones del género para ofrecer un interesante relato sobre psicópatas, narcotraficantes y ex policías. El personaje principal encarnado (con el mismo registro de siempre) por Liam Neeson es sólido, el argumento es interesante y está bien llevado (aprovecha los tópicos y les da la vuelta) y la dirección es solvente (capta muy bien las atmosferas). No es que “Caminando entre las tumbas” sea una obra maestra destinada a cambiar el género del thriller, tampoco lo intenta, todo lo contrario, aprovecha lo que tiene para crear algo interesante, sin demasiada acción pero con una historia bien engranada (quizás sobra la parte del niño). No es la típica película de Liam Neeson pegando tiros a diestro y siniestro mientras suelta frases lapidarias (que las suelta), aquí la acción está rebajada y lo que prima es la historia y los personajes, la lluvia y las luces, meter al espectador en una historia. Y lo consigue bastante bien, incluso con ese final atípico. Totalmente recomendable incluso para los amantes de Liam Neeson, del cine negro, de la novela original de Lawrence Block o de cualquier novela pulp de los años 30.