Si la manera de “resucitar” la saga de este peculiar mecánico mercenario (o mercenario mecánico) consiste en convertirlo en un James Bond de segunda división entonces felicidades. Porque este “Mechanic Resurrection” es una oda a la acción más espectacular (al tiempo que imposible y tonta por definición) con un Jason Statham que domina el personaje de manera más que correcta. Localiza unos escenarios espectaculares, escoge a actores y actrices solventes, rueda un par de escenas de acción que vayan un paso más allá de lo habitual (rozando todo lo hype que hay en “Mision Impossible”) y tendrás la resurrección de una saga que más que resurrección es una transformación, girando hacia lo imposible y lo descerebrado pero que nos proporciona dos horas de pura adrenalina y algunas escenas de acción inolvidables. Al fin y al cabo... ¿qué importa el concepto cuando el resultado es así de entretenido?