Puede que “Los becarios” sea una comedia, al menos se anuncia así e incluso durante los primeros minutos podemos apreciar que no es un drama ni un musical ni tampoco una película de terror. Siguen los minutos donde se nos presentan las aventuras de dos amigos que pierden el trabajo y deciden entrar de becarios en Google y pensamos que esto tiene pinta de comedia. El problema es que una comedia debe divertir y ni uno solo de los gags de “los becarios” nos hace ni tan siquiera sonreír. “Los becarios” es un publi reportaje de Google tan soso que aburre, es moralista, infantil, lo peor de todo, es aburrido. La película tiene una factura excelente, como toda comedia americana que tenga un buen presupuesto, el resultado es innecesario. ¿Dónde está el problema de “Los becarios”? Principalmente en esa tendencia actual a la comedia demasiado amable donde diálogos ingeniosos y la química entre actores genera una dinámica que hace que las películas sean agradables de ver e incluso divertidas. “Los becarios” es agradable de ver, existe química entre Owen Wilson, Vince Vaughn pero no hay nada más. Todo es previsible, soso y aburrido. A “Los becarios” le sobran minutos y le faltan gags que realmente funcionen. Le sobra moralina y le falta mala leche. Le sobra publicidad encubierta y le falta ambición.