Película de un contenido bastante fuerte que se centra en Elle (Sara Forestier) y Lui (James Thiérrée), una pareja que comienzan un juego de luchas entre ellos para afrontar problemas internos, se deduce claramente que la mujer tuvo problemas con su padre recientemente fallecido y su familia en general, mientras los problemas del hombre giran más entorno a su relación (o no relación) con Elle.

El film cuenta apenas con un puñado de personajes, siendo los dos protagonistas los que pasan gran parte del metraje al frente de la cámara, hablando, discutiendo, peleando, haciendo el amor. Imagino lo agotador tanto física como emocionalmente que debió ser trabajar en esta obra, porque incluso hasta desgasta al espectador ese sinfín de luchas, gritos y frustraciones.

Mes séances de lutte está escrita y dirigida por el experimentado cineasta Jacques Doillon, un guion que explica poco donde el espectador tiene que ir develando la trama, costando engancharse y seguir el hilo de las acciones, porque apenas empezando comienza esa vorágine de diálogos y situaciones, hay que acomodarse a lo que estamos viendo.

En la dirección Doillon utiliza mucho el recurso de la cámara en mano, para transmitir esa sensación de inmiscuirnos en la trama, de hacernos partícipes; para hacer esto más significativo hay varios cortes bruscos y unas tremendas coreografías de parte de los protagonistas. Una película tremenda, con mucha violencia pero con aún más pasión y deseo.