Detachment es como una película de terror, inicia con un tipo de entrevista a unos profesores donde hablan sobre su trabajo y que sobre el final termina con Henry Barthes (Adrien Brody) hablando de los errores de la profesión y del mal manejo de la enseñanza norteamericana (¿se puede globalizar a todo el mundo ese problema?)

Detachment sigue a Henry, un profesor sustituto que es asignado por un mes a una secundaria con estudiantes sumamente conflictivos, donde la violencia y las agresiones en contra de los profesores son cuestiones cotidianas. Él intentará a pesar de los problemas cumplir con su labor.

Pero el film no solo se enfoca primero en el personaje protagonista, sino que también se encarga de mostrar la complejidad con la que viven todos los educadores y administrativos en su trabajo y algunos en casa, mostrando no solo los problemas estudiante-profesor, sino también de los profesores como personas.

Es ahí donde entra el segundo punto, ir descubriendo y siguiendo poco a poco la tormentosa vida de Henry, con su madre y con su abuelo, además de la ayuda que le brinda a Erica (Sam Gayle) una chica prostituta que intenta salvar de ese tortuoso mundo.

Detachment es una pequeña joya, quizá un film poco esperanzador que tiene una crudeza enorme, que cuenta con actuaciones de primer nivel, Adrien Brody confirma el nivel actoral que puede alcanzar, una dirección correcta pero que a veces se llena de elementos que pueden llegar a generar confusión. Genialidad de película.