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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
8
Drama. Intriga. Romance En un barroco hotel, un extraño, X, intenta persuadir a una mujer casada, A, de que abandone a su marido, M, y se fugue con él. Se basa en una promesa que ella le hizo cuando se conocieron el año anterior, en Marienbad, pero la mujer parece no recordar aquel encuentro. (FILMAFFINITY)
30 de noviembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si algo es seguro después de visualizar una obra como la presente, es que se está ante toda una experiencia visual, experimental y por ende, cinematográfica. Que su visionado guste o disguste eso depende de cada quien y cómo perciben un trabajo de esta índole. Si quedan claras un par de cosas, por un lado que es un film estéticamente atractivo y muy bien hecho, mientras que por otro, que no es para cualquier tipo de público.

La película se desarrolla enteramente en un solemne hotel de estilo barroco, majestuosidad que Resnais no teme en mostrar una y otra vez con el constante vaivén de la cámara alrededor de los distintos salones y pasillos de este lugar. Donde también se muestra un buen número de personas que anda cada quien en lo suyo, esto hasta centrarnos en tres individuos que forjaran la trama del relato.

Un hombre (Giorgio Albertazzi) y una mujer (Delphine Seyrig), él le insiste repetidamente que se conocieron el año pasado en dicho lugar, que habían acordado verse un año después momento en el cual ella va a decidir dejar a su esposo (Sacha Pitoëff) e irse con él. Sin embargo, la mujer se desentiende, una y otra vez, las veces que sean necesarias, dice que no es ella, que el hombre está equivocado.

Ya mencioné que L'annèe Dernière à Marienbad es toda una experiencia, un film que busca ser confuso, desconcertar al espectador, que en muchos momentos parece un sueño, casi una pesadilla, donde el recuerdo y el olvido se funden en uno solo. Un tremendo trabajo de guion de Alain Robbe-Grillet, que plantea este espectacular argumento apenas en su primera labor de este tipo.

Visualmente la película es sobresaliente, Resnais dirige con un ritmo calculador y pausado, la fotografía a cargo de Sacha Vierny es elegante y sobria, la música de Francis Seyrig punzante y constante en varios tramos. Todo en su conjunto presenta una obra poética e hipnótica, siempre y cuando nos dejemos seducir por lo que propone, porque como he dicho, no es para todos los gustos.
10P24H
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