Polémica es lo que genera esta película (¿era su intención?), en ella se muestra la figura más humana posible de los sacerdotes y obispos, dejando de lado su condición de entes religiosos intocables y honestos. El film es bueno en mostrar a hombres viciosos, corruptos, interesados e hipócritas.

En un pueblo en extremo religioso, lleno de pobreza y donde la divergencia entre los más fieles y los llamados: “comunistas herejes”, se encuentran muy marcadas. En fin, una película donde las obras de buena fe están disfrazadas de cuestiones ilegales, y donde la religión no es mostrada con su mejor cara.