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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
9
7,4
472
Documental Un equipo de artistas y activistas se reúnen en una nueva operación secreta que tiene como objetivo enseñar al mundo el tráfico de especies protegidas y la lucha para prevenir las extinciones masivas. Recorriendo el planeta para infiltrarse en los mercados negros más peligrosos y recurriendo a las nuevas tecnologías para documentar y obtener pruebas de la relación directa entre las emisiones de CO2 y las extinciones, el documental ... [+]
14 de diciembre de 2015
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Psihoyos deslumbró al mundo en el 2009 con su documental The Cove, un relato que buscaba informar sobre la matanza de delfines en un lugar en Japón. Este 2015 retorna a las andadas con un alegato que llama la atención sobre cómo la humanidad está llevando al límite a la naturaleza, una carrera contrarreloj para evitar una enorme extinción que se prevé se avecina, por lo cual presenta esta obra con el fin de hacer algo al respecto.

Como hiciera en su trabajo previo, Psihoyos recurre nuevamente a las cámaras ocultas para mostrar las ventas ilegales de comida, o bien, mercados clandestinos donde se consiguen alimentos de animales marinos que están en peligro de extinción. En repetidas ocasiones a lo largo del metraje se habla sobre el poder que tiene la imagen, aquí dichas imágenes, aunque chocantes logran sacar a la luz estos problemas.

A pesar de que la película se centra un tanto en animales marinos, quizá porque no son tan visibles en su estado natural, es importante destacar que se aborda un sinnúmero de especies, desde las más grandes hasta los más pequeños, lo que realmente llama la atención porque es algo que no siempre se hace. Mostrando la gran labor de organizaciones como Photo Ark, a los que sin duda hay que seguirle la pista.

Cinematográficamente el film se encuentra muy bien realizado, se presentan constantes y hermosas imágenes del mundo marino, hay un esmerado trabajo investigativo y la música de J. Ralph está espectacular. Todo para crear 90 minutos deslumbrantes, la construcción del argumento sigue una línea típica, pero se logra un resultado monumental, sumamente emocional.

Con el avanzar del metraje el corazón se va haciendo un puño, la sala se va sintiendo cada vez más tensa, entre respiro y respiro los sollozos comienzan a aparecer, ya más adelante la acción de “jalar” la secreción de la nariz a raíz del llanto es constante, y sobre el último tramo, todo se desborda, los créditos finales aparecen y la gente aplaude al unísono, los asistentes se mantienen hasta el final de los mismos, afuera se ve más gente llorando, uno se abrazan, todos desilusionados de la humanidad.

Racing Extinction es sin duda toda una experiencia, al salir de la sala no queda otra que pensar que estos activistas y documentalistas son realmente unos héroes, porque visibilizan estos problemas de una forma que llegue a las masas, no se quedan en decirlo, lo hacen. Son héroes ellos y son héroes todos aquellos que arriesgan sus vidas (literalmente) por salvar la de la naturaleza de forma anónima, el mismo Psihoyos se encarga de mencionarlo, para tampoco cometer el error de olvidarlos, aunque finalmente no les interesa el reconocimiento, les interesa trabajar en lo que creen.
10P24H
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