El trio Linklater-Hawke-Delpy vuelve a hacer de las suyas con el cierre de la que puede ser la mejor trilogía romántica creada, lejos de ser empalagosa y excesiva, por el contrario resulta ser más sincera, sensible y natural.

Jesse (Ethan Hawke) y Celine (Julie Delpy) se encuentran de vacaciones en Grecia, 20 años después de su primer encuentro en aquel tren y su cita por Viena, ya no son dos jóvenes aventureros, son personas profesionales, maduras y con hijos.

Nuevamente el director es fiel a presentar la película con largas secuencias y diálogos atractivos que relatan diversas temáticas entorno a la vida y al amor, al éxito y al fracaso, y principalmente a la reinvención del amor como tal.

En este punto, es interesante ver como los personajes entran a una reflexión de sus vidas y sus situaciones, y se dan cuenta que la perfección utópica con que se creían años atrás, ha quedado de lado. En el amor hay que saber reinventarse.

Before Midnight es un hermoso film, es bonito ver la evolución que han tenido los personajes, y curioso ver cómo nos sentimos participes de la historia, como que si fueran una pareja de conocidos. Dirección simplista pero precisa, actuaciones sumamente naturales, ambientación exquisita, guión atractivo, gran película.