Luego de la excelentísima Hævnen (En un mundo mejor, 2010), la realizadora danesa Susanne Bier presenta un film mucho más relajado y liviano, buscando conseguir una comedia dramática entorno a un personaje femenino con múltiples problemas.

Ella es Ida (Trine Dyrholm), una peluquera que está luchando contra un cáncer de mama, su hijo está en el ejército, se acaba de dar cuenta que su esposo le es infiel y su hija -la cual tiene algunas dudas- está a punto de casarse en Italia. Justo en el viaje a Italia, para la boda, conoce a su consuegro, Philip (Pierce Brosnan), un tipo baluarte de los negocios que perdió a su esposa años antes en un accidente.

A partir de ese punto se va desenvolviendo el film, entre distintas situaciones que suceden entorno a los personajes todos con sus crisis respectivas, dentro del contexto del inminente matrimonio. Para mí el pecado mayor de esta obra es que peca de intentar ser una comedia, puesto que a pesar de que su desarrollo podría resultar hasta caricaturesco por momentos, nunca termina de dar gracia o hacernos partir de la risa.

En contra punto, funciona muchísimo más como drama, donde realmente se siente mucha tensión en varios momentos del metraje, sin embargo, lamentablemente, los intentos de comedia tan forzados que a veces se le mete hace que se pierda, y de ahí que la valoración que uno hace sea menor, una pena.

En síntesis, Den skaldede frisør pudo haber sido un film mejor, pero no se toma seriamente, tiene buenas actuaciones y personajes muy interesantes, pero otros que están como un claro relleno y peor aún, se alarga innecesariamente, termina siendo un producto muy irregular por forzar situaciones cómicas que hacen poca gracia, para ver y dejar de lado rápidamente.