Versión visualizada: Director’s Cut (206 mins)

Película que sigue el trabajo del fiscal de New Orleans Jim Garrison (Kevin Costner), quien luego de juntar y repensar algunas piezas, se da cuenta que el asesinato del presidente John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963 podría ser todo un complot. De ahí que decide reabrir el caso, juntar un equipo de trabajo e indagar constantemente con el fin de esclarecer el asunto, cuestión que será una enorme lucha frente a una maquinaria que pareciera inquebrantable.

JFK cuenta con guion del propio Oliver Stone en conjunto con Zachary Sklar, basados en los libros: On the Trail of the Assassins de Jim Garrison y Crossfire: The Plot That Killed Kennedy de Jim Marrs. Monta una espectacular realización con un ritmo frenético a pesar de su larga dirección, un trabajo de montaje a cargo de Joe Hutshing y Pietro Scalia simplemente sublime, una musicalización perfecta de John William, un elenco enorme y formidable, un hermoso trabajo de fotografía de Robert Richardson que le aporta gran sobriedad a las imágenes, y unos cuarenta últimos minutos (el juicio) perfectos, así sin más.

El film logra encausar una trama sumamente atractiva, muy rápido se contextualiza en la época y lo que representaba el presidente Kennedy, además de los peligros que este representaba en los intereses de quienes hacen la guerra. Stone va tejiendo en gran forma una historia que es enorme y grandilocuente, no le tiembla el pulso para hacerla así, como no le ha temblado nunca de acuerdo a su posición política.

La película se apropia mucho de secuencias largas e intensas, llenos de diálogos, que se acompaña constantemente por un montaje rápido, con fotografías, o flashbacks mientras alguien narra, cuestión que le da poco respiro al espectador. Tal vez el exceso de información puede llegar a confundir o aturdir un poco, sin embargo, siempre el realizador tiene la habilidad de mantenernos atentos con todos los datos que se ofrecen y la trama.

JFK va logrando establecer a lo largo de metraje una intriga que aumenta conforme el protagonista avanza en sus investigaciones, a su vez el espectador va metiéndose más y más en la historia gracias a los descubrimientos que este hace. Aquí es importante recalcar la función de historiador que hace Oliver Stone, porque si algo tiene este film es que podría funcionar a la perfección como un documental de los hechos representados, aunque es claro que no lo es en el sentido completo del género.

JFK es un trabajo enorme y una película enorme, tanto formalmente -que luce espectacular- como argumentalmente, muy rica, profunda y reveladora, sublime.