Agnes (Ashley Judd) vive en un solitario motel en Oklahoma, una noche su pareja R.C. (Lynn Collins) le presenta a Peter (Michael Shannon), un veterano de guerra con el que comienza a entablar una amistad, le ofrece posada al no tener a donde ir, pronto hablaran sobre su pasado, ella con su hijo desaparecido y él con los problemas militares que tuvo.

Bug es una extrañísima película basada en la obra teatral homónima (1996) del dramaturgo Tracy Letts, que fue el encargado de escribir la adaptación al cine, está dirigida por el reconocido William Friedkin, que aborda una historia de terror psicológico fundamentada en el delirio de parasitosis, que es una condición donde está la creencia de que existen parásitos bajo la piel.

Esto se mezcla con hilarantes teorías conspirativas que se vuelven más desconcertantes en los últimos minutos, alrededor de los militares, pero también de las personas que -supuestamente- controlan el mundo, palabras y frases sin mucha sentido, los protagonistas caen en una paranoia gigantesca que simplemente no puede acabar bien.

La película se desarrolla casi por completo dentro del cuarto que Agnes alquila, en el último tercio es transformado visualmente generando aún más impacto, reflejando el estado de los protagonistas. La excepción son un par de escenas muy cortas en otros escenarios, además de algunas tomas al frente del motel y otras generales que funcionan para denotar la ubicación de este lugar, que se encuentra en medio de la nada.

Entre lo absurdo del relato y la fácil forma en que se interrelacionan los protagonistas, Friedkin consigue generar una atmósfera enrarecida, el cuarto de motel se convierte en un personaje más, agobiante se modifica igual que Peter, un gran trabajo de fotografía de Michael Grady, que logra transmitir la locura al punto de incomodar al espectador.

Gran dueto actoral, Judd y Shannon dan lo mejor de sí, él se muestra muy seguro en un papel de este tipo y lo ha ido demostrando a lo largo de su carrera, aquí es exigido al máximo, por su parte Judd es un complemento perfecto, sufriendo un cambio en su personaje que es abrasada por los conceptos manejados por Peter.

Obra extraña, incómoda, fea, absurda, incluso hasta tonta, sensaciones que en una obra de este tipo pueden verse como algo positivo.