Atrapado sin salida es de esas películas que uno se pregunta, cómo pueden estar tan ocultas. Es una joya que prevalece en el tiempo y Jack Nicholson sin duda alguna no deja de sorprender con su impecable actuación, demostrando lo relativa que puede llegar a ser la locura y que finalmente cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior e incluso en nuestro diario vivir algo de locura.

La película aborda de manera particular el trato y manejo de pacientes en centros de atención mental, con claridad se puede entender que las limitaciones a la libertad y malos tratos no son la mejor opción para "intentar" solucionar una condición que finalmente puede llegar a ser relativa o incurable; el director hace una propuesta cinematográfica que aborda la locura no solo desde el desarrollo de un personaje trastornado mentalmente sino en todas sus situaciones y conflictos dentro de estás, su continuidad es impredecible como las reacciones de estos, lo que la hace especialmente expectante.

Destaco la forma en que Forman da uso de los distintos planos y contenido visual no verbal para transmitir el mensaje de su película, la humanización en la locura que lleva cada personaje y la rigidez y poca empatía por aquellos que se consideran estar bien dentro de los estándares de salud mental.