Más allá de lo ridículo que pueden parecer los efectos especiales, de lo casi inverosímil de la historia, de la intra historia de su rodaje (casi tan legendaria como la propia película, que se lo digan a Clint Eastwood), más allá de todo eso, "La Reina de África" es una interesante historia de dos personajes antagónicos que se acaban encontrando a sí mismos a lo largo de una dura e intrépida aventura. Un modo de tratar la trama con una influencia muy clara de Hemingway.
Probablemente las dos grandes obras maestras de John Huston sean "La Jungla de Asfalto" o esa maravilla del cine negro llamada "El Halcón Maltés", sin embargo "La Reina de Africa" siempre será la más recordada y añorada por los aficionados al cine.
Lo que hace grande a esta película es la evolución de esos maravillosos personajes que tan bien han sabido capturar sus dos protagonistas (con Oscar incluido para Bogart). Y es que pese a que Humphrey Bogart brillaba de manera muy clara en los grades clásicos del cine negro junto a la gran Lauren Bacall, hay que reconocer que nunca ha estado más carismático, más magnético y nunca ha tenido la chispa y feeling con su compañera femenina como sucede en esta película o en "Sabrina", y es que siendo la Bacall una grande (de las más grandes, que duda cabe), las dos Hepburn eran de otro planeta y a decir verdad mucho mejores actrices que Lauren Bacall.
Película totalmente recomendable, dejando a un lado sus trasnochados efectos especiales, se trata de una clara muestra de construcción perfecta de dos maravillosos personajes.