Doug Liman nos plantea una historia basada en hechos reales que nos presenta a Barry Seal (Tom Cruise), un piloto de vuelos comerciales que es contratado por los narcos colombianos primero y por la Cia después para traficar con drogas, armas, personas y dinero en una época muy conflictiva bajo el mandato de Ronald Reagan. Liman usa la figura de Seal para mostrarnos un sistema y una forma de operar en que las personas son un mero instrumento en un entramado con el dinero como único fin, la película está narrada a través de unas cintas que graba el propio Seal cuando es consciente de que está sentenciado a muerte por el narcotráfico lo que la convierte en un excelente drama con grandes toques de humor negro. Con una estructura lineal Liman relata esos años de Seal de manera cruda y enérgica y una mirada irónica y a veces satírica del buen número de personajes reales que aparecen en ella. El único problema con el que cuenta la película sea quizás la interpretación de Tom Cruise, y no porqué no sea buena, sino porqué el actor se encuentra en ese punto de su carrera en el que está por encima de los personajes que interpreta a pesar del cambio físico, de todas maneras la película es un excelente acercamiento a una época y a unas prácticas políticas que respondían a un momento de confusión que nos pueden llevar a entender muchos de los conflictos que han venido después.
En resumen, buena película que sigue la estela de éxito de la serie "Narcos" pero que poco tiene que ver con ella. Muy recomendable.