Cuando vi que el protagonista lo representaba Coronado supe que no me iba a decepcionar. Es de los mejores para hacer este tipo de hombres maduros en situaciones familiares difíciles. Cabe resaltar también los exteriores. Todo está rodado en Sevilla y el director de fotografía se ha lucido. Los planos de Coronado cruzando el Guadalquivir en coche y moviéndose por el ambiente nocturno sevillano son cojonudos. No hay que desvelar nada de la trama pero hay que decir que tiene lo mejor: realismo, verosimilitud, buena narración, un guion bien construido y trasfondo social. El protagonista se verá envuelto en un mundo que no es el suyo, movido por un instinto de venganza que él mismo no conocía en sí mismo. Tendrá que tratar con personajes y ambientes que antes en su vida les eran totalmente ajenos y todos sus valores se le verán trastocados para siempre. No hay nada de exageración ni de inverosimilitud, la situación está perfectamente descrita y todos los hechos son perfectamente comprensibles y realistas. Un personaje normal llevado al extremo y sacando cosas de sí mismo que quizás debamos plantearnos si existen en todos nosotros. Una gran reflexión sobre el ser humano, sobre ser padre y en general sobre los tiempos en que vivimos.