En una alienada y desarrollada sociedad como la nuestra no concebimos una guerra abierta, desnaturalizada y premeditadamente sangrienta. Sin embargo, a diario se viven situaciones de morbosa violencia, intolerancia o abuso. Ocurre cuando vamos por la calle, acudimos al instituto o al trabajo, o simplemente cuando encendemos la televisión.

La verdad es que el ser humano siente una atracción primigenia por la violencia, ésta característica le hace ser un animal especialmente mortífero en cuanto el uso que hace de ella. Empleándola bien para defenderse, bien para causar daño -a veces de manera inusitada e inmisericorde-.

De esto trata "Battle Royale", una película que profundiza en los límites de la violencia. Llamándonos a la reflexión acerca de los límites de la misma y del uso que hacen los gobiernos para someter al individuo. En éste caso ejemplarizados en unos militares opresores que obligan a una clase de estudiantes a iniciar un enfrentamiento donde sólo uno de ellos se salvará.
Éstos "juegos de supervivencia" pondrán de manifiesto las capacidades de cada individuo para exterminar a sus compañeros -convertidos en enemigos- así como descubrir sentimientos completamente distintos como la compasión, el arrepentimiento o el apego.