Claro homenaje al universo Hitckochiano que todo cultivador del cine de suspense se ve obligado a realizar. El debut en la dirección del critico Daniel Monzón nos deja una sensación agridulce: buenas intenciones para resultados irregulares.

El comienzo es prometedor, su posterior desarrollo nos va introduciendo en una historia bien narrada, pero en esencia algo superficial y cuya conclusión nos deja un sabor de cierta decepción puesto que no está a la altura de las expectativas creadas y ostenta tintes demasiado macabros para una obra de puro entretenimiento. Como todo thriller efectista sus trampas de guión son evidentes, aunque lo que nadie puede negarle es un ritmo adecuado que en ocasiones engancha al espectador, aunque sin ese acabado que ostentan las mejores obras del género.
Los actores son meros instrumentos al servicio de la trama. Cumplen de forma correcta con su cometido, aunque ancianito- malvado encarnado por David Kelly resulta demasido bonachón como para trasmitirnos toda la maldad que emana de su personaje. En cuanto a los protagonistas están bien a secas.
Uno tiene la sensación que la cosa podía haber dado para más. Desde luego el punto de partida es excelente: un escritor de ciencia ficción que vé como su mundo imaginario empieza a manifestarse de forma trágica en la realidad. Lástima que el tema no cuaje del todo.

En cualquier caso, recomendable y superior a la media.