Salir del armario no es fácil para todo el mundo y más cuando se proviene de una cultura musulmana. Esta película de modo simple pero grato nos cuenta la historia de una madre obsesionada con la tradición y un hijo muerto de miedo por afrontar la realidad. Lo mejor del film es que muestra de un modo amable como todo tiene solución en esta vida. Una cosa que me impresionó bastante es que traslada a la mujer musulmana del tercero al primer mundo. Aunque respecto al tema de la homosexualidad aún quedan muchas barreras por traspasar a esta etnia, es un hecho que los tiempos cambian y con ellos algunos de sus integrantes afincados en el mundo occidental también lo hacen sin por ello dejar de practicar sus costumbres. Tiene un punto casi cómico con el papel interpretado por Kyle MacLachan, que representa el paso del personaje principal de niño a hombre o de fantasía a realidad. Lo real es que los tiempos cambian y este film es un vivo reflejo de transición.