...se filmaron películas como esta.

En mi opinión, un film descafeinado pero eficaz, con cierta gracia y buena dosis de entretenimiento. (Posiblemente la anterior frase haya sido lo mejor que he escrito en 53 críticas que llevo, estoy que lo tiro).

Siguiendo con el tema principal, para fortuna del lector despistado y poco hábil, que no sabe diferenciar la trama principal de las secundarias, las actuaciones no son del todo horribles. Es posible que Matthew Broderick sea uno de los peores actores que he tenido la desgracia de soportar (si no me creen, vean ''Un loco a domicilio'', posiblemente, la peor interpretación hasta que Michael Cera decidió dedicarse a la interpretación), pero en dicho film, sus evidentes carencias son reducidas a niveles bajos, lo cual es mérito sin duda, del director (pues conseguir más de un 5 con Matthew Broderick de principal actor, es algo así como ser campeón de liga con el Murcia, una utopía, vamos).

Sin embargo, el punto clave de la película, sin duda alguna, es la escena de Charlie Sheen, el Messi de los actores, siguiendo con símiles balompédicos. Sheen, para unos, un drogadicto venido a menos, para mí, un ejemplo a seguir en la vida. Doy gracias a las deidades más oscuras por regalarnos tanto a Martin como a Charlie.

Siguiendo con la película, y dejándonos de gilipolleces que no interesan ni al más garrulo de los lectores, comentaré, si se me permite hacerlo, pues es posible que la censura aceche cual lobo entre los arbustos, que la trama es más bien fantasiosa hasta extremos que rozan la locura, pero dicho hecho aporta un punto extra de entretenimiento en una película cuyo objetivo y característa principal es el ya mencionado, ENTRETENIMIENTO.

Se combinan escenas geniales con otras propias del cine de Borja Cobeaga, es decir, horrendas.


La música es buena.

Fin de la crítica.