Ocho años han pasado desde la última entrega donde se ha visto al mítico personaje de terror de los años 80 “Predator”, con una entrega llamada “Predators” con Adrien Brody que no estuvo mal, tiene sus puntos, aunque no es comparable con las dos primeras que como todos sabéis son míticas en la historia del cine con esa frase de Arnold Schwarzenegger “Si sangra, podemos matarlo” para la historia, el caso es que Shane Black (director de películas como “Iron Man 3” o la desastrosa “Dos buenos tipos” (para mí)) se ha encargado de dirigir esta nueva entrega del icónico personaje de “Predator” que todos la esperábamos con muchas ganas pero que al final me ha parecido una vergüenza de película, de hecho estuve a punto de quitarla varias veces porque parecía que era una parodia, señor Shane Black acabas de mancillar el personaje mítico de los 80. No nos confundamos, Predator tiene que tener terror, miedo, violencia y acción, puede contener trazos de humor, pero lo que no se puede hacer es todo lo que han hecho en esta película, con un sinfín de incoherencias tras incoherencias, que escribiría 3 páginas de todas ellas pero que expondré algunas, como por ejemplo el principio de la película, donde un soldado ve un alienígena y se lleva dos cosas suyas y luego regresa a casa tan tranquilo, como si los alienígenas se vieran todos los días, después viene el crío de 10 años que sabe utilizar las armas de los alienígenas avanzados tecnológicamente sin dar un cursillo antes, el predator que después se sabe que quería salvar a la humanidad pero mata a todos los que se pone por delante, la chica bióloga protagonista que deduce cuando ve que el predator puede tener adn humano que alguien literalmente “se ha follado a un alienígena” y luego es capaz de comportarse y actuar como si fuera un marine especializado. Luego tenemos las tontunas de la película, con un puñado de personajes que no empatizas con ninguno haciendo el gamba y diciendo tonterías todo el rato, como si estuvieras viendo una película de comedia pero de estas que no te ríes ni una puñetera vez, a su vez son machistas y se dedican a decir constantemente a la chica lo buena que estás y si quieres salir conmigo, llegando a la parte de los perros predator y cómo ayudan a la chica bióloga hasta a ponerla en la mano una granada para que se salve, por no hablar de la escena final estilo traje de Iron Man que es totalmente desastroso e indignante, destacando también unos flojos efectos especiales, que a veces notas como que está hecho con cuatro duros. Donde lo único bueno que tiene la película son dos cosas: la banda sonora de la original, esa que te hacía ponerte los pelos de punta y que aquí casi te duermes y la violencia que tiene la película, con dosis de sangre y amputaciones bastante buenas. El resto es una película que ningún fan de “Predator” debería de ver, a no sea que vayas con intenciones de ver una parodia de risa, entonces toda tuya.