Nos encontramos con una pequeña película holandesa, de bajo presupuesto y con un argumento muy sencillo a priori, pero que oculta unos aspectos de desintegración familiar. La película utiliza la relación entre Jojo y el grajo como punto de partida, para posteriormente ir directo a la relación familiar entre padre e hijo. La primera parte la película es muy amable, aunque vemos detalles de crudeza, pero al mismo tiempo que el animal va creciendo y es imposible que continúe junto al niño, se ponen de manifiesto aspectos como la soledad y la falta de diálogo padre e hijo. Jojo tiene que refugiarse en el grajo y su amistad con Yenthe porque su padre no le dedica mucho tiempo y cada vez que lo hace acaban discutiendo.
Esa primera parte del cuidado del grajo es muy lenta y no nos aporta nada especial, ya que están todas las cartas encima de la mesa y el padre sabe todo lo que está ocurriendo en todo momento.
Tampoco hay nada destacado a nivel visual, exceptuando una escena en la parte final de la película y la música viene acompañada de canciones country.
Es una pena que no se aproveche esa historia, faltan situaciones que produzcan tensión o emoción. Simplemente se limita a contar una historia sencilla que no aburre, sin ningún cabo suelto, pero poco arriesgada en todos los aspectos