El director francés Roman Polanski, a sus 80 años sigue haciendo cine de calidad. Al igual que en su anterior proyecto, " Un dios salvaje " adapta una obra teatral. Un director que no ha rodado muchas películas, y prefiere hacer menos películas pero de mayor calidad. La película es simplemente dos grandes intérpretes y un gran guión. Las primeras escenas son bastante divertidas, pero según avanzan los minutos se pierde esa chispa. Pese a eso hay unos giros necesarios que hacen la película más atractiva.
A todo lo anterior le podemos añadir otro aspecto positivo " la banda sonora del francés Alexandre Desplat ", uno de los mejores compositores de la actualidad, y que trabaja de forma habitual en Hollywood. La trama transcurre en el interior de un teatro, el cual está decorado para la ocasión. Es una película cuyo argumento es " una audición teatral " , el cual aunque parece sencillo puede dar para una película de 90 minutos. Quizás le sobran 5-10 minutos en la parte final, y se podía haber quedado en una película de 80 minutos. La historia se alarga innecesariamente, pero sigue manteniendo el interés hasta el final.
La película funciona porque los dos intérpretes están muy bien, pero sobre todo Emmanuelle Seigner, divertida y que tiene salida para todo lo que le plantea el protagonista. Además está sensual y parece que por ella no pasan los años. Sus inicios fueron como modelo, y es la mujer de Polanski con quien lleva casada 25 años, tras conocerse en el rodaje de " Frenético " .
Una película que recomiendo a todo el que le gusten las adaptaciones teatrales, con mucho diálogo y poca acción. Por supuesto a los amantes del cine francés, a los que esta película seguro que no decepciona.