Hacer una película sobre la hipnosis, los sueños o el más allá tiene muchas recompensas, ya que normalmente son películas entretenidas,que te mantienen enganchado a lo que estás viendo.En todos estos casos lo que nos muestran son cosas alejadas de la realidad, que producen curiosidad y es fácil olvidarse de otras cosas.
Por otro lado se juega con la dificultad del espectador para saber en cada momento si es realidad o ficción, uno a veces se pierde y es complicado hacer un guión redondo en este tipo de películas.
El director británico Danny Boyle lleva muchos años haciendo proyectos muy bien rodados, cuidando al detalle sus aspectos técnicos, con unas historias que enganchan a la gente, pero con unos guiones muy tramposos. Desde que rodara Trainspotting, una obra maestra, no ha hecho nada redondo, pese a gozar de un gran crédito dentro de los críticos y espectadores. Podía tomar nota del también británico Christopher Nolan, que haciendo películas que atraen al espectador y crítica, sobre temas similares y un guión aparentemente más complejo el resultado son películas redondas en todos los aspectos.
La primera mitad de Trance es muy buena, se nos plantea el suspense, nos ha sorprendido con alguna cosa, pero esa sorpresa vas viendo su lógica minutos después. El problema es cuando están todas las cartas encima de la mesa y de repente vuelve a haber otra sorpresa, esta sin explicación y que siempre se juega con que no sabemos si lo que nos ha contado es realidad o fruto de la hipnosis. No me gustan los cambios de repente, esos que funcionaban tan bien en el cine de Hitchcock pese a no tener explicación y que comete errores similares en su película Recuerda ( juega con el espectador con el asunto de la realidad o ficción, pero si lo analizas es otra película muy tramposa ).
En otros aspectos la película es casi perfecta, tanto a nivel técnico como en la creación de una atmósfera hipnótica que recuerda mucho al cine de Lynch, además de ser una película entretenida desde la primera hasta la última escena.
Fotografía, banda sonora y sonido son muy buenos y además cuenta con dos grandes interpretaciones, Vincent Cassel y Rosario Dawson.
En este último caso además es muy guapa y la vemos en más de una ocasión sin ropa.
James McAvoy no está a la altura de sus compañeros de reparto, en esas escenas dramáticas o sexuales junto a la actriz americana.