Mamoru Hosoda vuelve a dirigir una interesante película de animación, al igual que sus dos anteriores trabajos, "Los niños lobos ( 2012 )" y "El niño y la bestia ( 2015 )", aunque en esta ocasión es más sencilla y convencional respecto a esos otros trabajos, logrando colarse en el quinteto de candidatas al premio Óscar 2019 ( siendo la única no norteamericana de las nominadas ). Si su anterior película se estrenó en España en el festival de San Sebastián de 2015, siendo la primera película a concurso en la principal sección del Zinemaldia, en esta ocasión se pudo ver por primera vez en Cannes, ya que formó parte de la sección Quincena de realizadores de Cannes 2018. Además es un habitual de Sitges, y sus películas suelen estar incluidas en la sección Anima´t de uno de los festivales más prestigiosos a nivel mundial del cine de género, logrando el premio a la mejor película de la sección con "Los niños lobos" y esta película. En España su estreno tuvo lugar en el Zinemaldia 2018, ya que fue seleccionada en la sección Perlas, en donde pude verla por primera vez.

La película tiene una primera mitad en donde se mezcla bastante bien el drama familiar con la comedia, y lo hace de manera sencilla para darnos a conocer primero a Kun, un hijo único junto a sus padres y su perro Kush, y posteriormente la llegada de una hermana cuyo nombre da título a la película. La llegada al mundo de este nuevo miembro de la familia provocará un vuelco en las relaciones entre la pareja que tiene que repartirse las labores del hogar, y por consecuencia del niño protagonista con su hermana y padres, lo que provoca los celos y envidias, y lo hace de manera bastante realista, y con escenas bastante divertidas, provocadas por el comportamiento de Kun y por el desastre de ese padre que tiene que compaginar su trabajo como ingeniero con la cocina y el cuidado del bebé, desde el momento en que la madre se tiene que incorporar a su puesto de trabajo después del periodo de baja por maternidad. El empleo del padre le permite hacerlo desde casa y así seguir cuidando a Mirai y a Kun.

Este argumento está de actualidad en tiempos en donde se busca la igualdad entre el hombre y la mujer, y con el efecto #MeToo que ha llegado a los guiones de animación, y como ejemplos "Los increíbles 2 ( 2017 )" y esta película japonesa.
Durante esa primera mitad la película es sencilla, fácil de recomendar a los que les descolocan los animes complejos con elementos de ficción, ya que por ejemplo los dos anteriores trabajos del director estaban más elaborados desde el inicio, y funcionaban bastante bien esos mundos paralelos introducidos.
Sin embargo en esta película hay un salto bastante brusco desde esa primera hora en donde la sencillez narrativa funcionaba bastante bien con lo que sucede desde una situación, que hace que Kun se vea inmerso en un un mundo propio con aventuras, terror y situaciones dramáticas. Cuando vuelve a la realidad sigue manteniendo el ingenio inicial como la escena en el parque con el pequeño aprendiendo a montar en bicicleta. Pero no todo es mejorable en esa parte final, ya que me gusta el desenlace y lo que sucede en la estación de tren es bastante ingenioso.
Quizás sea la película más cercana a los universos del maestro Miyazaki de las anteriores del director ( únicamente he visto las 3 últimas ), y por lo tanto puede ser más fácil de recomendar. El guion está bastante bien, aunque no me convence el giro que da la película a partir de la hora de metraje, y la banda sonora es menos potente de lo habitual en los animes modernos, aunque encaja bastante bien en esta historia familiar en donde se reflejan bastante bien los celos, la dificultad para llevar la vida familiar y laboral y los problemas en los matrimonios actuales.

LO MEJOR: La sencillez de la hora inicial.
LO PEOR: No saber introducir de manera acertada los elementos de fantasía.

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