Sex and the city es una comedia protagonizada por Sarah Jessica Parker, donde los personajes de Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte están continuamente buscando la pareja ideal o el orgasmo perfecto.

En sus primeros episodios no logró engancharme, ya que el personaje de Carrie Bradshaw se dedicaba a escuchar testimonios de personajes episódicos o desconocidos para elaborar su columna, algo que resultaba bastante aburrido. Pero parece ser que los creadores de la serie se dieron cuenta de esto y desde la segunda temporada suprimieron este recurso narrativo.

La serie fue ganando conforme pasaban los años, cada temporada superaba a la anterior y aunque no tenía una trama que uniera todos los episodios, te mantenía pegado a la pantalla del televisor (o del ordenador en mi caso).

Cabe destacar al personaje de Samantha Jones que, sin duda, es la más carismática de todas. Sin ella la serie no se llamaría Sexo en Nueva York. Su obsesión por el sexo crea más de una situación cómica en cada secuencia.