Khumba es una película de animación que aun teniendo personajes animales trata temas muy humanos como la diversidad, la aceptación e integración del diferente. Eso que tanto les cuesta hacer a los niños debido a la educación que reciben. Por tanto, considero que películas como esta deben ser vistas por los más pequeños para que poco a poco convirtamos el sitio en el que vivimos en un espacio intercultural en el que convivamos, respetándonos todos como iguales.

De la misma manera, relaciona conceptos como libertad y felicidad, o cooperación y éxito, lo cual supone un importante mensaje para el público infantil.

Khumba es una película educativa que además nos enseña las dos caras de los zoológicos: por un lado, el espacio educativo que permite preservar animales en peligro de extinción. Por el otro, la prisión de animales destinada a la diversión y el entretenimiento humano, siendo esta última la cara que se nos suele ocultar. Eso sí, esto lo hace de una forma poco profunda.

A pesar de que la trama del film consigue tenerte 85 minutos mirando la pantalla con incertidumbre, la historia no cala en el espectador. Los sentimientos de Khumba, el protagonista de la historia, no son vividos por el público con la intensidad necesaria.

En cuanto a la animación, han conseguido una buena recreación del paisaje africano y de sus animales.

Un elemento relevante en las películas de animación es la música. Cuando recordamos otros films del género, nos vienen a la cabeza canciones que alegran y enganchan al espectador. Sin embargo, con Khumba no vamos a experimentar eso. A pesar de que su apuesta por los ritmos africanos es a priori acertada, su ejecución escasa y pobre, convierte este apartado en el más flojo de la película.

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