¿Y quién puede dormir ahora? Con este sentimiento de dolor, con los nervios agarrotados, con la tristeza de ver esas emociones desbocadas y sentir lo que va a pasar. Se vislumbra la tragedia pero no puedes evitarlo. Cuando hueles que alguien ha metido la pata y que ese hecho va a desencadenar una espiral de fango.... no puedes evitar sufrir con los personajes y desear que todo termine antes de que se descontrole.
Hoy se va Acusados y tengo el corazón roto; no porque haya acabado sino porque he sentido esas historias y ciertos personajes me han emocionado hasta rozar el Ejemplo.
Acusados es una gran serie (me da exactamente igual que digan que es una copia porque la maestría está demostrada) que mezcla suspense, secretos, crímenes, investigación y venganza con grandes actuaciones y realidad.
Realidad en el sentido de la ética. El bueno no es un santo y el malo no es un demonio. Nos plantea situaciones extremas y cómo nos podemos dirigir ante un camino u otro dependiendo de nuestras circunstancias.
En este sentido, Jorge, me ha encantado. Su persona me ha encandilado. Sobrepasa los límites de buena persona.
Joaquín de la Rosa es el que más me ha emocionado. Supuestamente sin escrúpulos y con el poder por bandera ha desvelado un ser emocionalmente sereno y legal. Con él sí he sufrido. Tiene palabra, remordimientos, poder de amar y proteger.
Pero claro, hay que ver las cosas desde la posición que ocupas.
Y Rosa Ballester es grande pero también humana.
El corazón en un puño me ha dejado cada miércoles ...... ¡Cuanto daño puede hacer un tonto!