Gran ejemplo de lo que se puede ver en una cinematografía tan desconocida como puede ser la canadiense pero con grandes títulos en su haber.
Desde las actuaciones, pasando por el guión y sobretodo, la banda sonora, esta película nos deleita todo un espectaculo cinematográfico que, hoy día, esta al alcance de muy pocas producciones.
Su argumento nos engancha desde el principio hasta el final, con situaciones que gracias a la interpretación de los protagonistas nos hace adentrarnos en una determinada forma de ver el mundo, sobretodo desde el punto de vista del protagonista, filmada de una manera muy realista. Uno de sus mas grandes aciertos está en la banda sonora, donde se pueden ver mitos desde Pink Floyd a Charles Aznabour.
Una film que nos acerca a diversas situaciones de la vida y que muestra la gran calidad de su director y de la originalidad de sus guionistas.