Esta película no puede dejar a nadie indiferente, es más, tiene algunos de los momentos más alucinantes que he visto en la pantalla.
Desde el primer momento me ha dado la sensación de estar viendo una película de Tarkovski por el ritmo condensado y lento así como por el impacto descriptivo de las imágenes. En cierto modo no creo que esto redunde en su beneficio fundamentalmente durante el desarrollo y quizás la película se estira más de lo debido.
La presentación es peculiar, digna de alabar, rompiendo los esquemas ya desde el principio dejando atisbar lo que se sucederá a continuación.
Como digo, hay momentos inolvidables, lo son la marcha por el fango de los chavales, el ruido del moscardón en la vuelta a casa, las escenas de ataques en el bosque o la "orgía nazi" del granero (realmente durísima, salvaje, apocalíptica). Es alucinante su capacidad para asemejar en sentido explícito con la mierda todo lo que rodeó a la guerra, desde el fango hasta el moscardón conjuntamente con una banda sonora "infernal".
En cierto modo, con el final tuvo que pagar la deuda del encargo, si bien mi valoración va más bien en consonancia con la originalidad y expresividad reflejada en el continente que con el contenido en sí.
A modo curioso, posiblemente sea una de los películas con menos diálogos que haya visto, si bien sus imágenes son tremendamente elocuentes y expresivas.
Sorprendente y sobresaliente.