Siempre son agradables y te dan lo que prometen películas de este estilo, sin pretensiones y con la justa sencillez que demuestra una verdadera grandeza en dirección, no hace falta ofrecer ningún efecto digital ni hacer grandes historias, este director no lo necesita porque ofrece historias sólidas de gente corriente y con una personalidad auténtica, ¿para qué más? además te invita a reflexionar, mirar en tu interior y pensar si tu vida presenta o posee lo que la misma película te ha aportado y te ha hecho sentir.
Es la clase de género que verías de vez en cuando, porque no es pesado ni grandilocuente, con un buen amigo y palomitas o en un día invernal con un té, arropada y en soledad y ya sabes que tendrías justo lo que necesitas.
Consigue ese mismo efecto que produce una brisa fresca en verano o las gotas de lluvia acariciando el cristal en otoño o cuando estás pensando en alguien e inconscientemente te sale una sonrísa, un suspiro de amor...etc pero eso únicamente no por esta película, sino por toda la filmografía de Trueba.
Como no iba a ser menos en esta película: el guión, ¡de verdad que son soberbios todos sus guiones! tanta sabiduría, referencias literarias, sobre el sentido de la vida, del amor, de estar enamorados o vivir una experiencia inolvidable con alquien querido, un reencuentro con alguien muy especial de tu pasado, con amigos y con la música....tiene un guión tan auténtico y de esos que piensas..."dioss yo pienso igual" "qué razón tienen" y la empatía o esas risas por verte reflejado vienen solas y luego claro si le añades al guión esos personajes tan maravillosos, tan reales, tan sencillos que adoptarías como tus amigos, es más, son personajes que te provocan tanta simpatía como para tenerlos en tu vida, por toda su humanidad, ¡los adoras de tan auténticos y quieres gente así en tu vida! es increíble lo que provocan en ti estos protagonistas, sus ambiciones,inquietudes, sus vidas tan apasionantes como diferentes que sabes que no ofrecen imposibles porque son reales, pero te parecen fascinantes por su diversidad y por la personalidad que tiene cada uno que vale en su totalidad individualista.
No busques más, esta road movie tan sencilla y natural como la vida misma te va a hacer pensar y te hará sonreír, te hará suspirar e incluso te enamorará. Absténganse todos y todas aquellos que busquen un ritmo rápido o demasiadas escenas y demasiados giros y sobre todo aquellos y aquellas que no saben apreciar el buen cine español con mayúsculas, bien grandes y bien brillantes, es decir, puro neón. Estos últimos sobre todo, porque vienen con expectativas creadas y esta película hay que verla con el alma y la mente en blanco, para aceptar todo lo que ofrecer apasionadamente.