Decepcionante tercera e innecesaria secuela, solo apta para los auténticos fanáticos seguidores de las dos anteriores.
Solo destacable por aparecer el personaje de Tangina y Carol Anne.
La presencia de los tíos de la niña, en sustitución de los padres, que suponemos se negaron a aparecer en esta película, por tener cosas mejores que hacer, no convence a nadie.
Una prima que tampoco nos llena en ningún momento, y mucho menos la panda de desagradables e ineptos amigos de esta.
La música ni asusta ni destaca, y lo que me molesta mas es saber que el compositor de las dos anteriores, llego a componerla y sin embargo por diferencias, supongo que económicas no se llego a utilizar, siendo después usada para el remake de The Haunting (La guarida).
Los efectos especiales son bastante cutres, salvo por un par de escenas.
Como forma de contacto se pasa de un televisor en la primera, y un teléfono en la segunda, a espejos, y el reflejo en esta tercera, saltándose así la extraña pero efectiva ley de contacto fantasmal que plantean las dos anteriores, pudiendo en este caso haber podido usar una radio o algo similar, para que continuase la coherencia, ya aparte de los reflejos, que no son mala idea, pero que se podían añadir como forma de abducción, no de contacto inicial.
Y ya entrando en la forma de abducción, un triste charco en un parking, no me parece muy parecido al visto en la primera, de hecho, puede definir bastante esta película, que se queda en un quiero y no puedo, seguramente por falta de presupuesto.
Solo puedo darle un 6 por ser generoso y por aprecio a dos de sus protagonistas.

Lo mejor: El reflejo maligno de Carol Anne
Lo peor: La música, y los FX en general.