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Voto de PepitoMenganito:
10
Comedia. Drama Después de hacerse famoso interpretando en el cine a un célebre superhéroe, la estrella Riggan Thomson (Michael Keaton) trata de darle un nuevo rumbo a su vida, luchando contra su ego, recuperando a su familia y preparándose para el estreno de una obra teatral en Broadway que le reafirme en su prestigio profesional como actor. (FILMAFFINITY)
16 de enero de 2015
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alejandro González Iñárritu comenzó su andadura en el largometraje con la salvaje y violenta "Amores perros", que supuso adentrarse en los suburbios mexicanos con una enigmática y bella historia sobre la venganza y el odio que, curiosamente, iba cargada de extraños destellos de dulzura, a pesar de la tragedia que narra.

Después de ese primer golpe viene "21 gramos" donde prosigue retozándose en amores imposibles y descarnados, incluyendo en el relato fanatismo, soledad, remordimiento, mentiras, necesidad y violencia, de nuevo mucha violencia. Vuelve a utilizar el cine para indagar en la redención que anuncia un dolor inmenso.

En la tercera y última colaboración con Guillermo Arriaga como guionista cerró la trilogía de la desgracia y el horror con "Babel", triste y poliédrico cuento, en el que, una vez más, se entremezclan varias historias con un nexo en común, aportando como telón de fondo la incomunicación.

Divorciado de Arriaga, Iñárritu nos deleita con "Biutiful", un leve cambio de registro (aquí ya no hay historias cruzadas ni saltos temporales) en el que la inmigración, la paternidad y el sacrificio se conjugan en una película que habla, en primer término, sobre la muerte y el reguero de desolación que deja a su paso.

Criticado por un dramatismo exacerbado en todas sus cintas, aunque siempre aderezara ese ingrediente con un tibio grito de esperanza, el mexicano nos ofrece ahora un drástico giro que muchos creíamos improbable: Una comedia.
Como era previsible esa comedia esconde una seria reflexión y una profundidad y construcción de personajes que ya querrían para sí muchos dramas, características de las que, muy a menudo, carecen las cintas de humor.

"Birdman" es un precioso y cruel homenaje al mundo de la interpretación con sus fantasmas, fobias y filias. El ego (representado en ese ácido y desagradable superhéroe que atormenta al protagonista del film) agita con furia el universo de su víctima haciéndole caer en la más absoluta frustración y también dando alas al deseo más primitivo, simple y complejo del ser humano: Sentirse querido. Esta premisa ayuda a recrear una afilada crítica al mundo de la fama, del reconocimiento y de la creatividad.

Todos los actores están insuperables, hasta tal punto que es muy complicado que tipos como Michael Keaton, Edward Norton o Emma Stone (por citar solo a los que gozan, tal vez, de los personajes más jugosos) tengan el privilegio de volver a contar en sus carreras con personajes de tal dimensión y magnetismo.

Todos estos ingredientes, acompañados de la soberbia técnica que destila la película, son de tal grado que pueden llegar a proporcionar en el espectador la tan complicada labor de hacer olvidar su insignificante existencia y volar, durante los 117 minutos que dura la cinta, sobre una gigantesca oda al mundo de la interpretación.

Gracias a películas como "Birdman" es fácil recobrar la pasión por el séptimo arte. En el cine aún queda mucho territorio por explorar y este film es un clarísimo ejemplo de ello.
"Birdman" no es solo la mejor película de la carrera de Iñárritu sino una ventana abierta a lo que está por llegar.
PepitoMenganito
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