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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
6
Drama Lucy (Emily Browning) es una estudiante universitaria que se mete en el mundo de la prostitución para financiarse sus estudios. En un singular prostíbulo la joven se convierte en una "belleza durmiente", a la que se droga diariamente hasta que pierde el conocimiento, y se le coloca en una habitación especial donde varios hombres hacen todo tipo de actos con ella que no puede recordar a la mañana siguiente. Como si esas horas nunca hubieran existido... (FILMAFFINITY) [+]
27 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la selección a competición de Cannes 2011 coincidieron 'L'apollonide' del consagrado Bertrand Bonello y 'Sleeping Beauty' de la novel Julia Leigh, dos trabajos que no consiguieron colarse en el palmarés pero que comparten numerosos puntos de contacto entre ellas. Las dos cintas son los retratos de las relaciones que se establecen entre las prostitutas y sus clientes, y en ambos casos al director no le interesa tanto radiografiar unos personajes como describir las complejidades de un tiempo histórico: el París finisecular se colaba por las paredes del prostíbulo de 'L'apollonide', y en 'Sleeping Beauty' asistimos a la desconexión del individuo del S. XXI con respecto sus orígenes y su entorno.

Leigh cuenta por omisión y sus fotogramas parecen orquestrados con la precisión de un cirujano que juega a filmar los cuerpos vaciados de todas sus vísceras. Fruto de ese ejercicio de esterilización cinematográfica, estamos ante una película que no parece contar nada pero que esconde todo un mundo bajo sus capas. Leigh consigue un producto frío, distante, aséptico, oscuro y turbador. Su protagonista dista de ser un personaje: es un concepto, un ser que no conoceremos nunca, y el espectador atento debe reconstruir la rutina de la protagonista a partir de sus múltiples identidades y de los lugares por los que transita.

'Sleeping Beauty' es un interrogante, una turbación, la intuición de una historia antes que una historia con un planteamiento, nudo y desenlace. Un salto sin red que muchos calificarán de banal y de capricho estético: otros valoramos que sea un producto sin asideros ni concesiones, rugoso en su superficie y cargado de interrogantes en su interior. De una belleza subyugante, siempre y cuando uno esté dispuesto a no contar con la habitual respuesta final del cine de nuestros días.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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