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Voto de SrPurpura:
9
6,0
9.788
Fantástico. Drama. Thriller
El obstinado sobrino del rey Arturo (Dev Patel), se embarca en una temeraria misión para enfrentarse a "el caballero verde", un misterioso gigante que aparece un día en Camelot. Aunque pone en riesgo su cabeza, emprende una aventura épica para demostrar su valía ante su familia y la corte.
18 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El caballero verde" es una película de fantasía dirigida por David Lowery y protagonizada por Dev Patel, Alicia Vikander y Joel Edgerton. Se inspira en el poema medieval "Sir Gawain y el Caballero Verde", que cuenta la aventura de un joven caballero de la corte del rey Arturo que acepta el reto de un enigmático ser que le propone un juego letal: intercambiar un golpe con su hacha, con la condición de que Gawain se presente un año después en la Capilla Verde para recibir el mismo golpe. Así empieza un viaje épico en el que Gawain se enfrentará a todo tipo de pruebas, tentaciones y peligros, mientras busca su destino y su honor.
La película se construye en torno al mito, buscando que el espectador sienta la historia como tal y no como hechos reales, por lo que combina lo real con lo mágico. Lowery tiene como tema principal un gran punto: las historias nos dan un propósito, y es lo que el caballero anhela encontrar cuando busca la Capilla Verde. Su honor, su historia. Una historia que contar. Los cuentos se entrelazan con los sueños y esto lo vemos en el segmento del castillo, donde Gawain se ve seducido por una misteriosa dama que le ofrece un cinturón mágico que le protegerá de cualquier daño.
La cinta se articula como una experiencia cinematográfica completa, más allá de por su guion, por su fotografía, el uso de la música (tomando temas que recuerdan a trovadores y juglares) y el sonido y su capacidad para sobrecoger a partir de una leyenda clásica. Su fotografía es lo suficientemente apabullante como para conseguir captar esa extraña maravilla que recorre a los gigantes que abandonan el mundo o esas profundidades sanguinolentas donde se busca la cabeza de una muerta que añora recuperar lo que le arrebataron. Esta obra es la demostración de que las leyendas nunca mueren, sino que se reinventan y se adaptan a los tiempos y a las sensibilidades de cada época.
Dev Patel encarna a un Gawain humano, lejos de lo heroico, capaz incluso de resultarnos antipático. Esto no hace que sea un mal personaje ni Dev Patel un mal actor. Al contrario, su interpretación es magistral y nos muestra la complejidad y la evolución de un hombre que se enfrenta a sus miedos, sus dudas y sus debilidades, como cualquiera de nosotros haríamos. No todos nuestros protagonistas deben ser perfectos, sino creíbles y cercanos. En sus últimos compases, El Caballero Verde juega con la desmitificación. Lowery sabe que los espectadores conocen la leyenda y su final, y por eso nos ofrece una visión alternativa, una especie de flash-forward que nos muestra qué habría pasado si Gawain hubiera tomado otras decisiones. Es un recurso narrativo brillante, que nos hace reflexionar sobre el valor de la honestidad, el coraje y la integridad.
La película se construye en torno al mito, buscando que el espectador sienta la historia como tal y no como hechos reales, por lo que combina lo real con lo mágico. Lowery tiene como tema principal un gran punto: las historias nos dan un propósito, y es lo que el caballero anhela encontrar cuando busca la Capilla Verde. Su honor, su historia. Una historia que contar. Los cuentos se entrelazan con los sueños y esto lo vemos en el segmento del castillo, donde Gawain se ve seducido por una misteriosa dama que le ofrece un cinturón mágico que le protegerá de cualquier daño.
La cinta se articula como una experiencia cinematográfica completa, más allá de por su guion, por su fotografía, el uso de la música (tomando temas que recuerdan a trovadores y juglares) y el sonido y su capacidad para sobrecoger a partir de una leyenda clásica. Su fotografía es lo suficientemente apabullante como para conseguir captar esa extraña maravilla que recorre a los gigantes que abandonan el mundo o esas profundidades sanguinolentas donde se busca la cabeza de una muerta que añora recuperar lo que le arrebataron. Esta obra es la demostración de que las leyendas nunca mueren, sino que se reinventan y se adaptan a los tiempos y a las sensibilidades de cada época.
Dev Patel encarna a un Gawain humano, lejos de lo heroico, capaz incluso de resultarnos antipático. Esto no hace que sea un mal personaje ni Dev Patel un mal actor. Al contrario, su interpretación es magistral y nos muestra la complejidad y la evolución de un hombre que se enfrenta a sus miedos, sus dudas y sus debilidades, como cualquiera de nosotros haríamos. No todos nuestros protagonistas deben ser perfectos, sino creíbles y cercanos. En sus últimos compases, El Caballero Verde juega con la desmitificación. Lowery sabe que los espectadores conocen la leyenda y su final, y por eso nos ofrece una visión alternativa, una especie de flash-forward que nos muestra qué habría pasado si Gawain hubiera tomado otras decisiones. Es un recurso narrativo brillante, que nos hace reflexionar sobre el valor de la honestidad, el coraje y la integridad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Al final, el ser humano opta por quedarse con lo mejor de cada historia: su enseñanza y su promesa de que podemos ser mejores de lo que somos, algo que siempre es digno de ser honrado. Existen muchas versiones de esta leyenda, pero la moraleja es siempre la misma: los hombres de honor deben aceptar lo que son y deben llegar hasta el final del camino, por muchas tentaciones que sufran en ese largo sendero, desde el deseo de dar marcha atrás y vivir o huir de una joven y ardiente amante. En ella se ven gran parte de los temas de Lowery: su gusto por lo mítico y su particular tratamiento hacia ello en imágenes, su idea de la circularidad con futuros posibles y pasados posibles. Su tono entre lo aventurero y lo tenebroso es espectacular, y da lugar a escenas que perduran en la retina, como esa búsqueda de una cabeza sumergida.
La palabra "bondad", en esta película, no se utiliza simplemente para describir el nivel relativo de éxito de Gawain en la vida. La palabra también se refiere a la posición moral y espiritual de Gawain y, por lo tanto, implica que intentar volverse grande en la Tierra pierde el sentido de la vida misma. Desde una perspectiva cristiana, incluso se podría extrapolar que la búsqueda de Gawain, o cualquier otro viaje épico que un héroe pueda emprender en busca de honor, solo conducirá al infierno, a pesar de (o debido a) la importancia percibida de la búsqueda entre los seres humanos.
La alusión más explícita de Lowery a una comprensión más verdadera del cristianismo reside en su ingenioso homenaje a La última tentación de Cristo de Martin Scorsese en el acto final de El Caballero Verde. Sin embargo, al final se da cuenta de que todo eso es una ilusión y que debe afrontar las consecuencias de su pacto con el Caballero Verde. Es una escena que nos muestra la fuerza del libre albedrío y la responsabilidad de nuestras elecciones.
Pero el fuerte de la película se encuentra en que el verdadero conflicto no está en el Macguffin que es la confrontación con el Caballero Verde, sino en la aceptación por parte de Gawain de su propio destino y de quién quiere y puede (o no) ser. Es una víctima protagonista del mito y de lo que se espera de él, dominado por una virtud que no le corresponde, tras no sincerarse y elegir ignorar que en realidad es un intento de caballero incapaz de hacer ningún acto realmente caballeresco. Su viaje es una búsqueda de sentido, de identidad, de madurez. Es el camino, en definitiva, que a todos nos tocará hacer.
La palabra "bondad", en esta película, no se utiliza simplemente para describir el nivel relativo de éxito de Gawain en la vida. La palabra también se refiere a la posición moral y espiritual de Gawain y, por lo tanto, implica que intentar volverse grande en la Tierra pierde el sentido de la vida misma. Desde una perspectiva cristiana, incluso se podría extrapolar que la búsqueda de Gawain, o cualquier otro viaje épico que un héroe pueda emprender en busca de honor, solo conducirá al infierno, a pesar de (o debido a) la importancia percibida de la búsqueda entre los seres humanos.
La alusión más explícita de Lowery a una comprensión más verdadera del cristianismo reside en su ingenioso homenaje a La última tentación de Cristo de Martin Scorsese en el acto final de El Caballero Verde. Sin embargo, al final se da cuenta de que todo eso es una ilusión y que debe afrontar las consecuencias de su pacto con el Caballero Verde. Es una escena que nos muestra la fuerza del libre albedrío y la responsabilidad de nuestras elecciones.
Pero el fuerte de la película se encuentra en que el verdadero conflicto no está en el Macguffin que es la confrontación con el Caballero Verde, sino en la aceptación por parte de Gawain de su propio destino y de quién quiere y puede (o no) ser. Es una víctima protagonista del mito y de lo que se espera de él, dominado por una virtud que no le corresponde, tras no sincerarse y elegir ignorar que en realidad es un intento de caballero incapaz de hacer ningún acto realmente caballeresco. Su viaje es una búsqueda de sentido, de identidad, de madurez. Es el camino, en definitiva, que a todos nos tocará hacer.