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Voto de seagal4ever:
6
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11.330
Ciencia ficción. Aventuras
Enemigos por instinto, amigos por necesidad, un humano y un alienígena con aspecto de reptil libran en un planeta hostil una dura batalla, parte de la salvaje guerra que enfrenta a la Tierra con el planeta Dracon, habitado por seres monstruosos. Esta guerra alcanza una dimensión que puede poner en peligro la supervivencia de ambos planetas y puede conducir al exterminio total, pero sólo forzados a confiar el uno en el otro conseguirán sobrevivir. (FILMAFFINITY) [+]
21 de noviembre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película del realizador Wolfgang Petersen en suelo norteamericano. Basada en la novela homónima publicada por Barry B. Longyear en 1979 (ganadora además del prestigioso premio literario de ciencia ficción Hugo), el filme narra la historia de amistad que se establece entre dos combatientes de distintos bandos en una cruenta guerra. Pese al mutuo odio que sienten el uno hacia el otro, progresivamente surgirá entre ellos un sentimiento recíproco de comprensión y amistad.
Fascinante historia inspirada en el filme de John Boorman "Infierno en el Pacífico", pero llevada un paso más allá. Se sustituye la relación de un americano y un japonés en plena Segunda Guerra Mundial por la relación entre un humano y un extraterrestre durante una guerra interestelar. Me parece que se trata de una historia necesaria en el devenir de la ciencia ficción. Planteada ya de manera visual en algún episodio de la serie "Más allá del límite", el filme de Petersen lo aborda de manera bastante minuciosa y realista, si bien es cierto que todo termina yéndose por derroteros un tanto discutibles, pero en ningún caso fallidos.
La película no contaba con un gran presupuesto, y se nota bastante. Los efectos visuales son simplemente adecuados en el mejor de los casos, aunque el diseño de producción y el de los extraterrestres (obra de Chris Walas) son un acierto. Son bastante desagradables tanto en su aspecto como en sus formas de expresarse. Justo lo buscado: causa rechazo, tanto a nosotros como a Willis Davidge (interpretado por Dennis Quaid) y, sin embargo, con el paso del tiempo vamos cogiéndole cada vez más aprecio.
Fascinante historia inspirada en el filme de John Boorman "Infierno en el Pacífico", pero llevada un paso más allá. Se sustituye la relación de un americano y un japonés en plena Segunda Guerra Mundial por la relación entre un humano y un extraterrestre durante una guerra interestelar. Me parece que se trata de una historia necesaria en el devenir de la ciencia ficción. Planteada ya de manera visual en algún episodio de la serie "Más allá del límite", el filme de Petersen lo aborda de manera bastante minuciosa y realista, si bien es cierto que todo termina yéndose por derroteros un tanto discutibles, pero en ningún caso fallidos.
La película no contaba con un gran presupuesto, y se nota bastante. Los efectos visuales son simplemente adecuados en el mejor de los casos, aunque el diseño de producción y el de los extraterrestres (obra de Chris Walas) son un acierto. Son bastante desagradables tanto en su aspecto como en sus formas de expresarse. Justo lo buscado: causa rechazo, tanto a nosotros como a Willis Davidge (interpretado por Dennis Quaid) y, sin embargo, con el paso del tiempo vamos cogiéndole cada vez más aprecio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Me resultan especialmente remarcables los primeros momentos de contacto entre ambos individuos en el perdido planeta. Momentos en que ninguno conoce el idioma del otro y se tienen que comunicar por gestos. Personalmente creo que esta parte podría haber sido alargada un poco más, porque es sin duda la más poderosa y rica en matices. Y también la más realista.
Cuando comienza a relación de amistad en sí, con ambos dominando someramente los dos idiomas, la historia se estanca un poco, pero no se convierte en algo aburrido en ningún momento. Es más, resulta bastante entrañable y emotiva, algo que se acentúa con la aparición del bebé del Drac. Un camino que ciertamente, no podía ni imaginármelo cuando empecé a ver el filme.
Llegados al tercer acto todo se precipita y sale a relucir la parte de acción del filme, en el rescate por parte de Willis de su hijo adoptivo de las garras de los despiadados mineros. No está mal, en absoluto, pero rompe un poco con la dinámica imperante en el resto de metraje.
La labor de Petersen es encomiable y le permitió lograr a la larga presupuestos más acordes a su categoría en los años venideros. Dennis Quaid logra una grandísima interpretación, y junto con Louis Gossett Jr. (Jerry, el extraterrestre) logran mantener en pie ellos solitos la producción. Destacar igualmente la espléndida fotografía del planeta, con unos tonos muy pronunciados, y la más que correcta banda sonora del veterano Maurice Jarre.
Se trata, en definitiva, de una obra tremendamente original y muy bien llevada durante gran parte del metraje, que evoluciona de manera un tanto inesperada hacia la segunda mitad, pero que en ningún caso puede decirse que fallida. Pese a la deficiencia de medios técnicos se logra un muy encomiable resultado, amén de transmitir un mensaje de lo más rico e interesante: un canto a la amistad, la tolerancia y la comprensión mutua.
Cuando comienza a relación de amistad en sí, con ambos dominando someramente los dos idiomas, la historia se estanca un poco, pero no se convierte en algo aburrido en ningún momento. Es más, resulta bastante entrañable y emotiva, algo que se acentúa con la aparición del bebé del Drac. Un camino que ciertamente, no podía ni imaginármelo cuando empecé a ver el filme.
Llegados al tercer acto todo se precipita y sale a relucir la parte de acción del filme, en el rescate por parte de Willis de su hijo adoptivo de las garras de los despiadados mineros. No está mal, en absoluto, pero rompe un poco con la dinámica imperante en el resto de metraje.
La labor de Petersen es encomiable y le permitió lograr a la larga presupuestos más acordes a su categoría en los años venideros. Dennis Quaid logra una grandísima interpretación, y junto con Louis Gossett Jr. (Jerry, el extraterrestre) logran mantener en pie ellos solitos la producción. Destacar igualmente la espléndida fotografía del planeta, con unos tonos muy pronunciados, y la más que correcta banda sonora del veterano Maurice Jarre.
Se trata, en definitiva, de una obra tremendamente original y muy bien llevada durante gran parte del metraje, que evoluciona de manera un tanto inesperada hacia la segunda mitad, pero que en ningún caso puede decirse que fallida. Pese a la deficiencia de medios técnicos se logra un muy encomiable resultado, amén de transmitir un mensaje de lo más rico e interesante: un canto a la amistad, la tolerancia y la comprensión mutua.