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España España · Málaga
Voto de JRBoxó:
8
Thriller. Drama Steven es un eminente cirujano casado con Anna, una respetada oftalmóloga. Viven felices junto a sus dos hijos, Kim y Bob. Cuando Steven entabla amistad con Martin, un chico de dieciséis años huérfano de padre, a quien decide proteger, los acontecimientos dan un giro siniestro. Steven tendrá que escoger entre cometer un impactante sacrificio o arriesgarse a perderlo todo. (FILMAFFINITY)
12 de diciembre de 2017
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de Giorgios Lanthimos protagonizada por Colin Farrell y una excelente Nicole Kidman que, en papeles en los que asume la representación del ser humano arrastrado hacia una tragedia que no acaba de entender (Eyes wide shut, Dogville), pone de manifiesto su gran talento dramático. Si para Ernst Jones la angustia era el alfa y omega de la psiquiatría, parece que no hay dudas de que el fenómeno multifactorial y complejo de la culpa, es uno de los ejes fundamentales de la constitución de la cultura universal. Afecta a nuestro sentido de la responsabilidad, la justicia, la reciprocidad relacional, el modelo comunicativo y la vivencia de la fe. La indagación de Lanthimos se apoya en dos pies, uno en Atenas; la tragedia de Eurípides, en la que Agamenón bajo la cólera de Artemisa por dar caza a un venado sagrado de la diosa, debe sacrificar a su hija Ifigenia para que el contingente aqueo congregado en Áulide pueda partir hacia Troya. El otro pie apoya en Jerusalén, donde el sacrificio propiciatorio por la culpa moral es expiado por animales simbólicos hasta desembocar en el final sacrificio del propio Hijo de Dios que consuma toda posibilidad de nuevas inmolaciones sustitutivas. El personaje de Farrel no intenta eliminar su culpa mediante la asunción y reparación mediada por la justicia pública, sino que opta por vivir para su culpa en una hipertrofia del sentimiento suscitada por la imposibilidad de la reparación ante la mirada exigente del descendiente de la víctima, representación de la dimensión social de la culpa. La insostenibilidad de su estado va implicando a los miembros de su familia en una vorágine de colectivización de la confusión y destrucción de tal modo que anulan sus propias vidas para cobrar su sentido en la expiación del culpable. La violencia creciente se debe a la aplicación particular de la resolución del remordimiento mediante la ley del Talión: ojo por ojo, diente por diente, vida por vida. Los trapos sucios nunca lavan su porquería en casa. O se lavan en la justicia pública o quedan sucios para siempre en una culpa duradera e improductiva.
JRBoxó
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