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España España · Sevilla
Voto de Dirover:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Terror. Comedia Un trabajador encuentra casualmente unas gafas que permiten ver a las personas tal y como son. Gracias a ellas descubrirá que importantes personajes de la vida política y social son en realidad extraterrestres. Durante su particular cruzada podrá observar cómo estos alienígenas han ido sembrando el mundo de mensajes subliminales con los que pretenden convertir a los hombres en una raza de esclavos. (FILMAFFINITY)
20 de agosto de 2009
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras algún descalabro autoral como 'Christine', de calidad como es 'Memorias de un hombre invisible', o comercial como es el que supuso 'El príncipe de las tinieblas'. Tras una irregular década llena de éxitos pero también accidentada, Carpenter volvía a lo que más le gustaba y aún le sigue poniendo: la ciencia-ficción excéntrica, llena de puntos freaks y no apta para cualquier espectador gafapasta dispuesto a tachar de mediocre a todo lo que se le presente por su camino que sea anterior a 1980 o en su defecto, que no pertenezca a ningún ''autor'' reconocido.

'Están vivos' cuenta con una premisa argumental tan sencilla como atrayente desde el primer momento: un tipo capullo y sin demasiada suerte que descubre unas extrañas gafas con las que es capaz de ver las señales subliminales que unos extraterrestres camuflados se dejan a sí mismos y que tratan de arruinar nuestro mundo.
El argumento perfecto para que todos sus seguidores podamos disfrutar de una de las muestras más excéntricas, freaks y cachondas que el director puede ofrecernos (por debajo claro está de esa brutal parodia llamada '2013: Rescate en L.A.'). El tipo maneja el argumento desde el primer momento con soltura y con una buena dirección, aderezado de algunos divertidos diálogos y situaciones surrealistas, amén de unas cutres y ''encantadoras'' escenas de acción, quedando para el recuerdo la descacharrante pelea a hostias entre los dos protas (entre ellos, un correcto Roddy Piper que a pesar de sus esfuerzos no consigue que olvidemos al fetiche Russell) en el callejón. También me agrada la estupenda resolución (aunque en el fondo precipitada, debido a que antes de eso tenemos que tragarnos una hora entera en la que el guión apenas parece avanzar y da muestras de aburrimiento y de falta de enganche en algunos momentos), que resuelve un guión que parecía tremendamente complicado de finiquitar, dejando finalmente un buen sabor de boca en el espectador con su curiosa metáfora de como el imperio financiero yankee inexorablemente se va al carajo.

He aquí otra muestra más de como un tipo tan excéntrico y profundamente freak como Carpenter es capaz de reirse en la cara del espectador sin llegar a llenarle de saliva, mientras que éste, atónito, se queda perplejo ante una experiencia tan casposilla que bebe directamente de la Serie B ochentera a la que pertenece, como a la de un cine de autor atrevido y arriesgado por momentos a la par que personal al que nos tiene acostumbrados ese gran tipo que es John Carpenter.

·LO MEJOR: la estupenda resolución de la trama. El sello autoral y personal que Carpenter deja impreso en cada fotograma del film.

·LO PEOR: la bochornosa interpretación de Meg Foster. La lentitud de la primera media hora de metraje, que provoca que el desenlace parezca precipitado. El título no le aporta ningún significado a la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dirover
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